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Cómo mantenerse después de conseguir el peso ideal

Con demasiada frecuencia suele ocurrir que después de seguir una dieta se acaben recuperando los kilos perdidos. En ese caso habría que plantearse si el régimen seguido ha sido el adecuado, ya que lo más probable es que se trate de una dieta milagro. Lo que se consigue es un efecto rebote después de excluir de la alimentación ciertos productos como las frutas o hidratos de carbono. Destacan por ser muy estrictas, incompletas y generar ansiedad. En este artículo te explicamos cómo mantenerse después de conseguir el peso ideal.

Lo ideal sería seguir una dieta equilibrada en proteínas, carbohidratos y lípidos con variedad de alimentos, en donde se hayan realizado cinco comidas al día para evitar la gran acumulación de hambre a ciertas horas y controlar las raciones. También es necesario que se realice algo de ejercicio físico para quemar grasa.

Para mantener el peso hay que aprender a llevar una alimentación lo más sana posible, que sea equilibrada y variada, en donde tengan cabida todo tipo de alimentos, pero siempre con las cantidades y frecuencias adecuadas. Después de realizar una dieta se comienza una nueva etapa en donde el objetivo consiste en conservar el peso ideal.

Se permite incrementar un poco las raciones para que el peso aguante estable y no se adelgace más. En esta fase las personas ya no se sienten tan limitadas a la hora de comer. En una dieta de 1.500 calorías, la ración de legumbres llegaría a los 60 gramos, pero en la etapa de mantenimiento se subiría hasta los 100, aunque dependerá de la edad y actividad física de cada uno.

También hay que reparar en la forma de preparación de los alimentos. En el mantenimiento se permiten ciertas licencias, pero tampoco es cuestión de comer a diario frituras. Lo adecuado es que se cocine al horno, a la plancha o al vapor. Los expertos en nutrición aseguran que se puede disfrutar de un plato de pasta con verduras y con muchas menos calorías que otro con embutidos o queso. Por suerte, en la actualidad existe la posibilidad de emplear productos bajos en grasas o light.

Cuando se habla de mantener el peso lo normal es que se produzcan pequeñas variaciones de uno o dos kilos que dependerán de factores sociales y hormonales. Hay que hacer todo lo posible para evitar que esos gramos vayan incrementando de manera progresiva hasta convertirse en varios kilos pasado un tiempo.

No hay que olvidar que el cuerpo está preparado para acumular grasa y estar así mejor preparado para posibles épocas de restricción alimentaria.

Entre las recomendaciones que se realizan para la fase de mantenimiento se encuentran llevar una alimentación moderada y variada; cocinar con poco aceite, entre dos y tres cucharadas soperas al día; controlar el peso una vez a la semana sin que llegue a convertirse en una obsesión; realizar compensaciones en el caso de excederse con una comida; emplear productos bajos en grasas y desnatados y beber agua. Se trata del único líquido que carece de calorías y que no engorda.