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Comer bien en Semana Santa: consejos para disfrutar sin remordimientos

Hornear, cocinar al vapor o a la plancha es una alternativa a las frituras y salsas con mucha grasa

Expertos en nutrición recomiendan controlar las porciones y evitar el picoteo constante entre comidas

Cada año, la Semana Santa trae consigo celebraciones familiares y platos típicos que forman parte de nuestra cultura culinaria. Sin embargo, también puede ser un periodo donde los excesos en el consumo de alimentos ricos en azúcares y grasas comprometen nuestra salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta balanceada es clave para el bienestar y la prevención de enfermedades crónicas. Mantener el equilibrio entre el disfrute y el cuidado personal es posible con algunas recomendaciones sencillas.

Las festividades pueden llevarnos a consumir más calorías de las necesarias. Según el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH), una estrategia efectiva es la moderación: disfrutar de los platos típicos en porciones adecuadas y evitar el picoteo constante entre comidas. Además, se recomienda prestar atención a las señales de hambre y saciedad del cuerpo, ya que comer de manera consciente ayuda a evitar excesos innecesarios.

Según la OMS, una dieta equilibrada contribuye a mantener la energía, mejorar la digestión y reducir el riesgo de enfermedades metabólicas. Priorizar alimentos frescos como frutas, verduras y cereales integrales ayuda a mantener un buen estado de salud a lo largo de la celebración. También es recomendable evitar los ultraprocesados, que suelen contener altos niveles de sodio, azúcar y grasas poco saludables.

Además, el ejercicio es fundamental para contrarrestar los efectos de una dieta rica en calorías como es la de los platos tradicionales de la Semana Santa. Caminar al menos 30 minutos diarios puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular y el metabolismo. Caminar al menos 30 minutos diarios puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular y el metabolismo. Si bien las vacaciones pueden alterar la rutina habitual de ejercicio, buscar formas de moverse, como paseos en familia o actividades recreativas, es una excelente estrategia para mantenerse activo.

Opciones más ligeras

Desde la Sociedad Argentina de Nutrición, se recomienda servir raciones pequeñas y acompañar los platos tradicionales, como el potaje o las torrijas, con opciones más ligeras. Así, por ejemplo, si se consume bacalao o mariscos, se pueden equilibrar con ensaladas frescas y vegetales al vapor.  Otra opción es sustituir ingredientes tradicionales por versiones más saludables, como usar harinas integrales en las recetas o reducir el azúcar en los postres.

Frituras y salsas muy grasosas pueden incrementar las calorías innecesarias. Optar por horneados, cocciones al vapor o a la plancha son maneras más saludables de disfrutar los platos típicos sin afectar la salud cardiovascular. También se pueden emplear aceites más saludables, como el de oliva, en lugar de grasas saturadas o mantequilla.

Las bebidas azucaradas suelen acompañar las comidas festivas, pero el consumo excesivo de azúcar puede provocar desbalances energéticos. Desde el NIH se recomienda priorizar el agua y las infusiones naturales para mantener una hidratación adecuada sin sumar calorías extras. Además, optar por zumos naturales sin azúcar añadida o bebidas a base de frutas y hierbas puede ser una excelente alternativa refrescante.

La Semana Santa es una oportunidad para compartir y disfrutar de la gastronomía tradicional sin caer en excesos. Aplicando estos consejos, es posible mantener el equilibrio entre el placer de la comida y el bienestar físico. Optar por alternativas saludables y practicar la moderación permitirá celebrar sin remordimientos y con energía para disfrutar de cada momento. Incorporar pequeños cambios en la alimentación y el estilo de vida durante estos días puede marcar una gran diferencia en la salud a largo plazo.