Estudio de la Universidad de Yale (Estados Unidos)

Científicos estadounidenses consiguen determinar «dónde se almacenan los malos recuerdos»

Los recuerdos tristes (y los neutrales) se diferencian de los que provocan traumas en la actividad del cerebro

Este fenómeno se ha observado en pacientes con trastorno por estrés postraumático

La mente humana
El poder del cerebro
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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Dos equipos de científicos estadounidenses de las facultades Mount
Sinai y Yale han colaborado en un análisis los procesos cerebrales de
personas con estrés postraumático.

El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es la situación clínica que han elegido investigadores de las facultades de medicina Mount Sinai y Yale,
ambas en Estados Unidos, que han colaborado para intentar determinar “dónde se almacenan los malos recuerdos”, según han explicado.

Su trabajo ha incluido registros de actividad de las neuronas (las células que forman sistema nervioso) de 28 personas a las cuales se había diagnosticado previamente trastorno por estrés postraumático, también conocido por las siglas TEPT en la jerga médica. Así, pudieron comprobar que los recuerdos neutrales e incluso los tristes se procesan de forma distinta en el cerebro cuando se les compara con los recuerdos traumáticos.

El episodio traumático ‘invade’ el presente

Estos hallazgos se han dado a conocer de forma detallada en el último número de la revista científica Nature Neuroscience, y vienen a sugerir que  el modo de procesar los recuerdos traumáticos es muy específico, muy detallado y personal, lo cual hace que esa representación sea única para los pacientes y no pueda compararse con otros recuerdos.

Otra posibilidad que han barajado los autores es que la reactivación de recuerdos traumáticos no se procese como un recuerdo, sino desconectada del espacio y el tiempo, con lo cual no se encuentra almacenada en el pasado. También creen los investigadores que quizá los pacientes, en un intento de bloquear la reactivación del trauma, muestren actividad cerebral específica y diferente a la de otros recuerdos que no tienen un elemento traumático.

Ilan Harpaz-Rotem, profesor de psiquiatría y psicología en Yale -uno de los
autores-, ha declarado: “Nuestro principal hallazgo es que el hipocampo de los pacientes con TEPT muestra una representación diferenciada durante la reactivación de la memoria, y eso corrobora la idea de que la experiencia cognitiva -mental- de la reactivación es muy diferente cuando hay traumas implicados”.

En otras palabras, “los recuerdos traumáticos no se viven como recuerdos, sino fragmentos de cosas que han sucedido que invaden el presente y nos quitan la sensación de seguridad que tenemos cuando sabemos que pertenecen al pasado”.

Estas observaciones son muy importantes, ha asegurado, para que los
científicos comprendan mejor los procesos mentales propios del cerebro con TEPT y puedan tratarlo de manera más eficaz.

A los 28 participantes se les mostraron imágenes que reactivaban susrecuerdos y, mientras las observaban, se estudió su actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional.

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