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Casi un 40% de los consumidores, más comprometido con el medio ambiente tras la crisis sanitaria

Una evolución y evidencia a partir de la que se espera que los consumidores graviten aún más hacia los productos eco-friendly.

La pandemia de coronavirus ha hecho que el consumidor esté más comprometido con el medio ambiente tras la crisis del coronavirus.

Y esto se refleja en sus hábitos y criterios de compra. De hecho apuesta por la calidad vs. la cantidad.

Según un estudio de IPG Mediabrands, esto ha generado que la sostenibilidad haya pasado de ser un concepto casi utópico -bonito pero lejano- a ser una realidad.

Una evolución y evidencia a partir de la que se espera que los consumidores graviten aún más hacia los productos eco-friendly. De hecho, el 39% de los españoles afirma que estará más concienciado con el medio ambiente tras la pandemia, según datos de la comunidad online Toluna.

¿Qué demandan ahora los consumidores?

Apuestan por la calidad vs. la cantidad, buscando minimizar los residuos que genera, demandando transparencia y trazabilidad, rechazando los materiales contaminantes y dando prioridad a lo natural.

Así exigen a las empresas y marcas -a las que consideran los principales responsables- que transformen sus procesos, situando la sostenibilidad en el epicentro.

Higiene

Este sector se enfrenta al gran reto de los desechables y al hecho de que nuevos players están apareciendo en el mercado para cubrir esa demanda de sostenibilidad en la categoría (bastoncillo de silicona, copas menstruales, jabones naturales en pastilla…).

Belleza

Preferencia por los beneficios de los productos naturales. De hecho, grandes marcas cuentan ya con líneas veganas. Una apuesta por los ingredientes no artificiales.

Retail

Están dedicando esfuerzos a generar valor en ámbitos como la reparación o la reutilización. Retailers como IKEA tienen ya un programa (“Salvemos los muebles”) para ayudar a los usuarios a reciclar, vender o reinventar sus muebles antes de tirarlos.

Moda

Las firmas de alta costura están renunciando en masa al uso de pieles animales y caminan hacia el slow fashion, un modelo circular que apuesta por un menor derroche de textiles, el empleo de materiales reciclables y un ritmo de producción-compra menos frenético.

Alimentación

El derroche de alimentos en muchas partes del mundo acelera la urgencia de la transformación de esta industria. La creciente cultura veggie y el incremento del interés por el real food -basado en alimentos sin aditivos y de proximidad- es absoluta tendencia. Todo ello está abriendo un nuevo paradigma en la forma en la que concebimos la comida. Según el estudio, la alimentación ya no se clasifica solo en sana o insana, sino que comporta una serie de valores que definen un estilo de vida.

Turismo

Hay un cambio de mentalidad para pasar a un turismo constructivo, lo que se conoce como slow turism porque el consumidor está más comprometido con el medio ambiente.