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Las bebidas energéticas y su impacto en la salud

Una lata de este tipo de bebidas tiene más del doble de cafeína que una taza de café

Durante los últimos años, el consumo de bebidas energéticas ha incrementado su popularidad como estrategia para combatir el cansancio. Una situación que afecta sobre todo a los más jóvenes de la casa, quienes utilizan este producto en muchos de sus hábitos cotidianos como las noches de fiesta o las sesiones de estudio. Sin embargo, ninguna de ellas cumple finalmente con su cometido, más bien todo lo contrario.

La mezcla de alcohol y bebidas energéticas puede ser fatal para el organismo.

Insomnio, ansiedad, problemas gastrointestinales, migrañas, deshidratación o convulsiones son algunos de los efectos que las bebidas energéticas pueden provocar en el individuo. Recordemos que una lata tiene más del doble de cafeína que una taza normal de café. Un ingrediente que promete revitalizar y estimular el cuerpo y la mente, y que a la vez carece de una constatación científica fiable. Entonces, ¿qué nos aportan realmente las bebidas energéticas?

Una combinación muy peligrosa

Son muchos los jóvenes que recurren a las bebidas energéticas en su consumo diario.

La cafeína en cantidades moderadas es considerada una sustancia segura. Pero cuando se une a otros compuestos como la taurina, la efedrina, el ginseng o el guaraná su función y fiabilidad quedan anuladas y se convierte en una auténtica bomba para nuestro organismo. Un peligro que se multiplica si estas entran en contacto con otras bebidas alcohólicas.

Esta combinación puede incitar graves episodios de taquicardia, aumentos de la presión arterial, falta de coordinación motora, náuseas y vómitos, e incluso hepatitis. Además de ocultar los efectos de la embriaguez, estimulando así la ingesta continuada de alcohol y aumentando su exposición a situaciones de gran peligrosidad.

No confundirlas con las bebidas isotónicas

Las bebidas isotónicas reponen los nutrientes perdidos durante el ejercicio físico.

Los expertos recomiendan no utilizarlas para reponer líquidos perdidos tras una actividad física intensa, labor principal de las bebidas isotónicas. Mientras que unas favorecen la restitución de electrolitos en el organismo, la otra aumenta el riesgo de deshidratación, consecuencia del efecto diurético de la cafeína. Las bebidas isotónicas o deportivas son principalmente una concentración de agua, hidratos de carbono y minerales similar a la que encontramos en nuestra propia sangre. De ahí su increíble beneficio para la recuperación y buen funcionamiento del cuerpo.