OkSalud

El ayuno favorece la memoria y otras funciones del cerebro

No se trata de dejar de comer, sino de no ayunos intermitentes

No es un secreto que la alimentación ha estado siempre ligada al buen funcionamiento de nuestro cerebro. Sin embargo, ¿sabías que el ayuno también estimula algunas de sus funciones más importantes? No hablamos de un rechazo total hacia la comida, sino de un ayuno intermitente. Según un estudio, esta conducta induce a una autofagia neuronal profunda, un procedimiento mediante el cual las células reciclan materiales de desecho, corrigen los procesos de derroche y se reparan a sí mismas.

El ayuno intermitente promueve la autofagia neuronal profunda.

En este punto entra en acción el Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro o BDNF. Se trata de una proteína que interactúa con las neuronas del hipocampo, el córtex y el prosencéfalo, es decir, las partes del cerebro que regulan la memoria, el aprendizaje y la función cognitiva. Su valor reside en la capacidad de proteger las neuronas ya existentes mientras estimula la neurogénesis y la sinapsis.

Cómo afecta el ayuno intermitente al cerebro

Su efectividad ha sido comprobada por muchos estudios.

El ayuno no solo potencia la creación de BDNF, también obliga al cerebro a dejar de recurrir a la glucosa como combustible y a utilizar en su lugar las cetonas que fabrica el hígado. ¿Esto qué significa? Que el ayuno promueve la producción de energía y allana el terreno para un mejor funcionamiento cerebral.