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10 razones para que un corredor se detenga

No hay nada más molesto para un corredor que detener la marcha en pleno entrenamiento o carrera. Por lo general, cuando ocurre esto es por motivos inesperados, que no se pueden evitar. Hay 10 razones para que un corredor se detenga.

  1. Agotamiento extremo o lesión: no se recomienda nunca detener la marcha, pero todo deportista tiene que marcarse unos límites a la hora de correr. Nunca pongas en peligro tu salud. Es mejor que te detengas cuando aprecies una lesión grave o un cansancio extremo.
  2. Entre las series: se trata de un descanso planificado. Cuanto menos tiempo dure ese parón, mejores serán los resultados a la larga.
  3. Un imprevisto en el camino: como puede ser la caída de un compañero, el tráfico de vehículos, o un semáforo en rojo. Lo mejor para evitar estos parones es correr en cinta.
  4. Discusión: en la medida de lo posible hay que evitar los encontronazos con la gente con la que te puedas tropezar en una acera o que te rozan con la bicicleta. No conseguiremos nada, solo un cabreo.
  5. Ante las malas condiciones climatológicas: ni se te ocurra correr entre árboles cuando haya tormenta. Es un peligro para tu salud. Intenta resguardarte también cuando caiga granizo.
  6. Cuando no te encuentres bien: notas que tus piernas no van como otras veces. Es posible que estés demasiado cansado o que vayas incubar la gripe.
  7. Si notas que te pierdes: es algo muy típico a la hora de entrenar por un sitio desconocido. Te cansarás de dar vueltas sin mucho sentido. Párate y pregunta por tu destino.
  8. Te encuentras con una persona que hace años que no ves. No te detengas ante cualquier conocido, pero no pasará nada si te tropiezas con un viejo amigo de la infancia.
  9. Para pararte a beber en una fuente. Es algo muy común en los días de mucho calor.
  10. La mejor parada es cuando finalizas el entrenamiento y cumples con tu propósito.