Recetas de cocina
Recetas de verano

Sopa fría de sandía

La sopa fría de sandía es una alternativa al tradicional gazpacho o salmorejo. Un tipo de receta de cuchara que se puede tomar bien fresquita y tener siempre preparada en la nevera. La sandía es un ingrediente veraniego muy versátil que debemos tener a mano nada más empiece la temporada, un postre, cena o complemento ideal para enriquecer nuestra cocina, a la vez que nos cuidama. Toma nota de esta receta de sopa fría de sandía, se prepara en unos minutos y hará las delicias de los paladares más exigentes, atrévete a disfrutarla siempre que quieras.

Ingredientes:

Cómo preparar una sopa fría de sandía:

  1. Empezamos esta deliciosa sopa fría de sandía buscando el mejor ingrediente principal que pueda existir. La mejor de las sandías para este tipo de recetas es una que esté bien madura, de esta manera será mucho más fácil sacar todas las pepitas y que nos quede una crema mucho más fina.
  2. Trocearemos la sandía quitándole la piel y las pepitas con paciencia. Este paso es muy importante para que el plato quede bien. Aprovecharemos para con la ayuda de una cuchara de helados hacer unas bolitas que después utilizaremos para decorar y acompañar esta sopa.
  3. Haremos lo mismo con las hojas de menta más bonitas. El resto las añadiremos directamente al vaso de la batidora previamente bien lavadas y secas. Este ingrediente es opcional, le dará un toque extra de frescura, aunque, podemos sustituirlo por medio pepino si preferimos un sabor más suave.
  4. Incorporamos la sandía troceada al vaso de la batidora. Ponemos también el zumo de limón para que nos dé un tique cítrico y fresco. Batimos todo hasta conseguir crear una sopa muy fina, para que quede más suave, podemos pasarla por el colador y eliminar cualquier impureza.
  5. Añadimos a esta sopa la crema fresca y rectificamos de sal y pimienta. Mezclamos bien. Puedes sustituir la crema fresca por queso batido 0%, un ingrediente más ligero con un sabor un poco distinto, pero agradable.
  6. Con la llegada de este ingrediente cobrará un poco más de consistencia. Pondremos la sopa fría en la nevera y a la hora de servir la colocaremos en platos individuales. Por encima, rallaremos el jengibre fresco para darle un toque picante, añadimos unas hojas de menta y unas gotas de limón. Tendremos lista una sopa de verano original y deliciosa.