Recetas de cocina

Kéfir

El kéfir es una bebida que se obtiene a través de la fermentación de la leche. Es importante que la leche que se utilice sea entera; esta receta no admite su versión semidesnatada o desnatada. Se puede conservar en la nevera hasta por 14 días. Asimismo, es importante que los recipientes que se utilicen durante todo el proceso de elaboración no sean de aluminio; esto podría ocasionar la ingesta de particular nocivas e intoxicantes para el cuerpo.

El kéfir no sólo se puede utilizar como bebida, sino también como una especie queso para untar; se podrá comer en tostadas, ensaladas y demás opciones ingeniosas que al usuario pueda crear. Su diferencia de textura estará de acuerdo con el tiempo en el cual se mantenga cerrado en su recipiente con leche.

El kéfir es una bebida curativa y su existencia es aún desconocida por la mayoría de los comensales. Sin embargo, es un producto muy nutritivo, debido a que aporta vitaminas, minerales, aminoácidos y, lo más importante: es un alimento probiótico, es decir, procura que la microflora intestinal se mantenga equilibrada y en orden. El kéfir tiene propiedades antibióticas y antifúngicas, y fortalece el sistema inmune en caso de una infección.

Ingredientes:

Elaboración:

  1. Dejar la leche en el recipiente de vidrio para que coja temperatura ambiente.
  2. Añadir los nódulos de kéfir, tapar herméticamente y dejar reposar de 24 horas. Con el paso de las horas los nódulos irán creciendo. Si se desea conseguir que sea más líquido que espeso, será necesario añadir más leche.
  3. Colar el líquido restante con un colador no metálico.
  4. A continuación, hay que enjuagar el frasco en agua no clorada, y repetir el proceso con más leche fresca. Cada cuatro días se deben lavar los nódulos con agua sin cloro.
  5. Aunque es una elaboración que se hace en varios días, el tiempo de elaboración realmente es mínimo.
  6. El líquido obtenido, denominado leche kefirada, es una bebida alcohólica de baja graduación (menos del 1%); tiene una consistencia similar al yogur, aunque con una textura más suave.
  7. La operación se debe repetir de acuerdo con la cantidad de líquido que se desee obtener.
  8. Debido a que su sabor suele ser ligeramente más ácido, se recomienda agregar azúcar al final de su elaboración.