VALENCIA 2-1 REAL MADRID: JORNADA 16 DE LIGA

Falla en Mestalla

Valencia vs Real Madrid
Orellana celebra el 2-0 del Valencia. (EFE)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Falla en Mestalla. El Real Madrid cayó ante el Valencia víctima de sus propios errores en el principio del partido. A los ocho minutos los de Zidane ya caían 2-0 víctimas de los errores de Varane y Keylor Navas. Los 80 minutos siguientes fueron una demostración de impotencia. El Madrid atacaba y el Valencia se defendía. El gol de Cristiano Ronaldo al filo del descanso dio esperanzas al líder, pero en el segundo tiempo los murciélagos de Voro supieron sobrevivir al asedio blanco.

Como Antena 3 en sus buenos tiempos, Zidane tiraba del Equipo A. Volvía la caballería al once titular del Real Madrid. Los siete magníficos que descansaron ante el Espanyol recuperaban su puesto en Mestalla. Desde Keylor Navas hasta Benzema, pasando por Sergio Ramos, Casemiro, Modric o el mismísimo James Rodríguez, que se ha ganado la camiseta de titular a fuerza de hablar poco y trabajar mucho.

Con su once (casi) de gala a la espera de Bale, cuya bala se guardaba Zidane en el banquillo, se presentaba el Real Madrid en Mestalla como Pablo Iglesias ante Errejón en Vistalegre: dispuesto a saldar cuentas. El partido aplazado podría suponer un golpe a la Liga de los blancos o la resurrección de un Barcelona que, al menos a día de hoy, parece en estado de fútbol catatónico.

Arrancó furioso el Real Madrid, como si tuviera prisa por prender fuego al duelo ante el Valencia. Monopolizaban la pelota y ponían cerco a la meta de Diego Alves. Era un dominio territorial casi agobiante, como si el campo sólo tuviera una portería. Replegaban atrás los de Voro, como quien se esconde debajo del paraguas para capear el chaparrón.

Dos golpes de salida

Pero en la primera contra del Valencia llegó el gol para los locales. Fue un centro desde la izquierda de Munir para Zaza. Varane llegó tarde a la defensa del delantero italiano, que recibió de espaldas, se giró y puso una media volea que Keylor Navas siguió con la mirada. Fue un golazo que concedía a los de Voro un premio inesperado como a quien le toca el Euromillón.

Y sin solución de continuidad, el Real Madrid encajó el segundo. Fue en una pérdida de balón de Varane en campo del Valencia, que salió a la contra como una estampida. Los blancos estaban más descolocados que el cuarto de un adolescente. Nani dio el último pase a Orellana, que se incorporaba desde atrás. El chileno se plantó delante de Keylor, que salió alocado y a destiempo. Se la coló flojito por debajo de las piernas volviendo a reabrir el debate de si conviene que el Real Madrid salga a jugar con un portero que, aunque sea pocas, al menos pare alguna.

El líder acusó los dos golpes. En menos de diez minutos tenía el partido medio perdido. La buena noticia es que al Madrid le quedaban 80 minutos para enderezar un duelo que había nacido de nalgas. Los blancos estaban grogui. Tardó casi diez minutos en volver al partido pero, superada la torrija inicial, volvieron al partido y a encerrar al Valencia.

A los 20 minutos la tuvo Benzema en un disparo desde fuera del área, pero la diferencia con el Real Madrid es que el Valencia sí tiene un portero que para y Diego Alves la echó a córner con adorno incluido. Los blancos, morados en Mestalla, empezaban a retomar el pulso del partido. La mala noticia era que Marcelo había sufrido un golpe de Garay y estaba tocado. Zidane ponía a calentar a Nacho. Igual el partido pedía meter a Bale por la izquierda y defender sólo con tres.

Máximo riesgo

El Valencia estaba en su salsa. Replegaba y buscaba salir a la contra. El Real Madrid, que apenas cerraba con los centrales, corría los riesgos propios de quien lo tiene todo perdido. Una falta de Parejo la despejó de puños Keylor Navas en su primera parada del partido. Los blancos necesitaban agitar el duelo si querían tener alguna opción de remontada.

Lo intentó Cristiano en el 38 con un remate de espuela tras una buena maniobra de Carvajal por la derecha, pero su disparo le salió demasiado centrado. El Valencia parecía cómodo defendiéndose cada vez más atrás mientras que el Real Madrid no encontraba los caminos entre la maraña de camisetas valencianistas. Sí lo encontraron Marcelo y Cristiano Ronaldo al filo del descanso.

El brasileño puso un centro desde la izquierda y el portugués voló al cielo de Mestalla, como en aquella final ante el Barcelona, y cabeceó con violencia un remate bombeado ante el que nada pudo hacer el vuelo de Diego Alves. El 1-2 espoleó al Real Madrid, pero al Valencia le salvó la campana del descanso.

La segunda parte daba a luz a un partido nuevo. Mismos postulados que en la primera: atacaba el Real Madrid, se defendía el Valencia. El ataque blanco empezó a ser un asedio. Kroos y Modric, inéditos antes del descanso, empezaron a gobernar a pachas la pelota. Un disparo de Marcelo y una pared de Cristiano y Benzema eran las primeras llamadas de los de Zidane a las puertas del empate.

El Madrid llama a la puerta

Una falta de Cristiano contra la barrera y el posterior disparo de Kroos en el 54 eran los siguientes avisos del Real Madrid. Zidane se pensaba qué cambio hacer. Bale, Isco, Lucas, Morata… demasiadas balas y la pistola sin disparar. El reloj era el gran enemigo del líder, pero también del Valencia, que tenía por delante más de media hora que parecía un siglo en Mestalla.

En el 60 Keylor evitó el mano a mano esquinado con parejo, como si quisiera enmendar su error en el segundo tanto valencianista. Justo después Zidane metió a Bale por James. El Madrid ya iba con todo. Los de Voro, cada vez más colgados de su área. Una entrada criminal, alevosa, obscena, durísma de Mangala sobre Benzema supuso que De Burgos Bengoetxea se hiciera el sueco y mostrara una amarilla cuando era roja de manual. Ya saben, De Burgos, ese hombre que descontó siete minutos en el Barcelona-Málaga.

Al Real Madrid le quedaban 20 minutos para al menos empatar el partido, pero le faltaba luz en los últimos metros. El Valencia ya sólo se dedicaba a defender. Zidane metió a Nacho por Varane y a Lucas Vázquez por Modric. Los blancos acosaban sin premio, sobre todo porque en la frontal valencianista De Burgos se abstenía constantemente. No lo hizo en una falta de Mario Suárez a Cristiano, que el luso acabó estrellando contra la barrera.

Poco a poco, a los blancos se les fue agotando el tiempo y con él las opciones de remontar. El Valencia, faltita a faltita, supo parar el partido y al final, el Madrid falló en Mestalla. Esta vez no hubo milagro, así que toca seguir remando para ganar la Liga.

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