País Vasco
GOBIERNO VASCO

El Gobierno Vasco contradice a los Tribunales e incluye a Zabalza como víctima de abusos policiales

El Gobierno Vasco ha decidido reconocer a Mikel Zabalza como «víctima de abusos policiales» a pesar de que la Justicia archivó la causa de su muerte en 1985 al entender que las pruebas practicadas no aportaron datos que indujeran a dudar de la versión oficial de los hechos. Ésta es que Zabalza murió ahogado en el río Bidasoa al huir de la Guardia Civil que le había detenido por sospechas de pertenencia a la banda terrorista ETA.

Sin embargo, la Comisión de Valoración de la Ley vasca de abusos policiales ha determinado por unanimidad que se trata de una «muerte ilícita» precedida de «graves torturas, y tratos inhumanos y degradantes».

Esta ley de Reconocimiento y Reparación de Víctimas de Vulneraciones de Derechos Humanos en el contexto de la violencia política en la Comunidad Autónoma Vasca entre 1978 y 1999, conocida como Ley de abusos policiales, fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno de Mariano Rajoy.

El Ejecutivo argumentó, entre otros razonamientos, que la comisión de valoración que figuraba en la norma, encargada de definir qué personas pueden considerarse víctimas de la violencia policial, no podía ejercer esta función porque es una labor que compete exclusivamente a los jueces.

Pero cuando llegó el socialista Pedro Sánchez a la Moncloa el Gobierno acordó con el vasco la retirada del recurso de inconstitucionalidad a cambio de que se introdujeran algunos cambios.

Así, a pesar de que el juez Antonio Giménez Pericás, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián, archivó este caso en 1988 al constatar que «los hechos contemplados en las diligencias no son constitutivos de infracción penal alguna», el Gobierno Vasco ha concluido en virtud de esta ley que el presunto etarra fue víctima de abusos policiales.

El juez constató que Zabalza se escabulló del cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo donde permanecía detenido por un agujero existente en el túnel de Endarlaza tras zafarse, previo rodillazo en los testículos, de la custodia de uno de los tres guardias que le conducían para que localizara un supuesto depósito de armas. El auto subrayaba que la noticia de la fuga fue transmitida a las comandancias y comisarías y a la policía francesa, y consideraba verosímil que los guardias civiles no pudieran oír desde el interior del túnel de Endarlaza el chapoteo de un cuerpo que cayera al agua. El juez se atuvo a los dictámenes que establecieron de manera unánime que Zabalza murió a causa de «asfixia por sumersión».

Sin embargo, ahora en una comisión extrajudicial con tintes políticos el Gobierno Vasco ha decidido obviar a la Justicia y determinar que la versión oficial de la muerte del presunto etarra es «muy improbable, por no decir simplemente increíble».

El dictamen considera que se violaron los derechos humanos de Zabalza, «con manifiesta indefensión, del derecho a la vida precedida de graves violaciones a su integridad física, psíquica y moral, en forma de graves torturas y tratos inhumanos y degradantes» cuando estaba detenido.

En su informe, de 57 páginas, la Comisión de Valoración señala que «se trataría de un supuesto compatible con hechos de naturaleza violenta, de etiología médico-legal homicida». Por ello, tras realizar una valoración «ponderada, razonable y contrastada» de los elementos probatorios, llega a la convicción de que «han quedado suficientemente acreditados» los hechos ocurridos entre el 26 de noviembre y el 15 de diciembre de 1985, con su detención «y torturas», así como «la implicación de agentes del Estado-Guardia Civil», de conformidad con el artículo 2 de la Ley 12/2016 de abusos policiales.

Además, el Gobierno Vasco celebrará el próximo domingo en la localidad navarra de Orbaizeta un acto de reconocimiento a Mikel Zabalza, en el que intervendrán la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, y la presidenta de la Comisión de Valoración de la denominada Ley de Abusos Policiales, Juana Balmaseda, así como representantes de la familia.