Opinión

Yolanda hace leña del Podemos caído

Han pasado ya cuatro días desde que el pasado viernes Podemos anunciase que había aprobado integrarse en la coalición que lidera la actual vicepresidenta Yolanda Díaz y desaparecer como marca electoral de cara al 23J, a pesar de que Sumar ha vetado a Irene Montero, que no puede ir en sus listas. Y todavía estamos esperando a que la vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y lideresa de la nueva coalición de extrema izquierda, dé alguna explicación de por qué ha vetado a la madre de los hijos de Pablo Iglesias y, sólo por eso, actual ministra de Igualdad. Permítanme un ejercicio de imaginación. Supongamos a Yolanda Díaz vestida de blanco y rodeada de micrófonos de periodistas diciendo: «Entiendan que la disparidad del proyecto político que representó a lo largo de tanto tiempo la señora Irene Montero no adolece de mi compasión. Y, es más, muestra la disconformidad con el mismo. En este sentido, obviamente, descanse en paz».

Sólo he sustituido a Berlusconi por la de Podemos, el resto de la frase es literal. No hay por donde cogerla, está mal construida semántica y sintácticamente, demuestra que la que está hablando ignora el significado de la mitad de las palabras que usa y ni siquiera tiene claro lo que quiere expresar… pero a ella le suena así como a culto. No obstante, es fácil de interpretar. Lo que la comunista quiere decir es que a ella Berlusconi le caía mal y le molesta tener que darle el pésame a su familia. Que sería exactamente lo mismo que podría decirle a Irene Montero: «Mira, niñata, que te aguante el Coletas que aquí ya no vais a enredar más ni tú ni él. ¡A pastar!». No es que yo sienta una especial simpatía por esta Fashionaria del Piolet, pero pagaría por ver un ejercicio de sinceridad como ese.

Yolanda está haciendo leña del Podemos caído. Los tiene contra las cuerdas y ha decidido humillarlos más allá de lo que ninguno habríamos podido imaginar. El mejor puesto que les ofrece en sus listas es el quinto por Madrid, detrás de Errejón, para Ione Belarra, que a cambio de tan miserable trato debe entregar en bandeja de plata la cabeza de su amiguita de universidad, que la hizo a ella ministra y secretaria general de su partido. Y junto a la de Irene Montero viene un cesto con las cabezas del portavoz de Podemos Pablo Echenique y toda la cúpula del ministerio de Igualdad, incluidas la secretaria de Estado, Ángela Rodríguez Pam; la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell y la portavoz de la ejecutiva de Podemos y asesora del Ministerio de Igualdad, Isa Serra. El pack completo.

No hay nada más divertido que ver a los rojos liarse a pioletazos. En la misma frase en la que los de Podemos comunican a la prensa que se han bajado los pantalones hasta los tobillos, aceptando las humillantes condiciones que, para integrarse, les han impuesto los de Sumar; inmediatamente comienzan a criticar las condiciones que han aceptado, demostrando desde el principio que van a ser el socio más desleal y poco confiable y que, en cuanto puedan los van a traicionar. Se sospecha que para eso es para lo que han creado ese nuevo partido al que han llamado Juntas Sí Se Puede, pero que mejor deberían haber bautizado como Sólo Sí es Sí, porque en él van a presentarse todos los purgados por Yolanda Díaz, incumpliendo el trato al que acaban de llegar y volviendo a dividir el cada vez más escaso voto de la extrema izquierda. Adolecer no es sinónimo de carecer, sino que significa padecer algún defecto o enfermedad. Lo correcto sería decir que la extrema izquierda española adolece de indignidad y deslealtad y carece de vergüenza.