Opinión

Una victoria a los puntos no basta para acabar con el sanchismo

El resultado de las elecciones europeas, en clave estrictamente nacional, permite extraer unas cuantas conclusiones: la primera, que el PP (34%) abre ligeramente la brecha que le separaba del PSOE, que con el 30% de los votos está ya a cuatro puntos de la formación de Núñez Feijóo (en las generales la diferencia de los populares sobre los socialistas no llegó al 2%). La segunda, que con la que está cayendo -la amnistía y el escándalo alrededor de la figura de la mujer del presidente- Pedro Sánchez resiste, si bien su aguante se produce a costa del hundimiento de las formaciones a su izquierda, pues Sumar está en caída libre y Podemos sólo puede presumir de no estar lejos de la formación de Yolanda Díaz. Entre ambos suman sólo el 8% de los votos.

Lo que significa que la suma de PP y Vox, que roza el 44%, es casi seis puntos mayor que la suma de la izquierda, que no pasa del 38%. Esa distancia se iría por encima de los 10 puntos si añadimos al porcentaje logrado por la derecha el 4,5% de los votos cosechados por la formación del faker profesional Alvise Pérez. Esta es la situación: paradójicamente, PP, PSOE y Vox pueden vender sus resultados sin problemas. Feijóo porque vuelve a imponerse a Sánchez (y por mayor diferencia); el presidente del Gobierno porque con la que está cayendo apenas sufre un rasguño, y Abascal porque sigue en un meritorio 10% de los votos pese al daño que objetivamente le ha causado la formación de Alvise.

Con estos resultados, teniendo en cuenta lo sucedido en cada territorio, el PP y Vox obtendrían esta vez la mayoría absoluta, porque el hundimiento a la izquierda del PSOE dejaría a Sánchez sin opciones de pactar con nacionalistas y separatistas. Es, en efecto, un triste consuelo, porque estamos hablando de elecciones distintas. No hay duda de que Sánchez ha salvado los muebles. Dicho de otro modo: el castigo de los españoles a Sánchez es, sin duda, mucho menos duro que el castigo de Sánchez a los españoles. En conclusión, una victoria a los puntos no basta para acabar con el sanchismo.