Opinión

Sanz Roldán tiene que dar explicaciones

Félix Sanz Roldán tiene que dar explicaciones cuantos antes. De no aclararse, las dudas que se ciernen sobre él serían muy perjudiciales para la credibilidad de una institución tan sensible para España como es el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). OKDIARIO descubre en exclusiva los correos de una periodista cuyo contenido dejaría en una posición muy delicada al jefe de los espías españoles. Sería impropio de un general con tanta experiencia y reputación como Sanz Roldán haber ocultado información de manera deliberada en sede parlamentaria durante la comisión de Gastos Reservados, ya que no decir toda la verdad es igual que faltar a la propia verdad. No obstante, eso es lo que acredita la correspondencia digital entre Ana Romero y la “amiga entrañable” de Juan Carlos I, Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

En los emails que tiene en su poder OKDIARIO queda bien a las claras que Sanz Roldán utilizó a la periodista Ana Romero como enlace con Corinna. Algo, por tanto, tenían entre manos. Dichos correos no son personales ni pertenecían al ámbito periodístico, sino que contienen un indudable valor público por su relevancia política e institucional —de ahí que este medio los publique—. Entre otras cosas, esclarece detalles tan importantes para la historia reciente de nuestro país como la abdicación del padre del actual jefe del Estado.

En estos correos, además, llama la atención que está perfectamente establecida la táctica a seguir, tal y como después se ha demostrado: “Él dirá que nunca te conoció como director del CNI”, afirma Ana Romero en una de las misivas. Aunque la misma Romero deja claro que Corinna y el general de La Casa sí estuvieron en contacto: “Sigo esperando la llamada del Troll —nombre clave de Sanz Roldán—. Por favor, hazme saber cuándo y dónde le viste. Así será mucho más fácil”. Algo que denota que Sanz Roldán omitió información y que, por todo lo que implica su cargo y la responsabilidad inherente al mismo, debe dar explicaciones de manera inmediata. De ello depende buena parte de la credibilidad de nuestra seguridad nacional.