Opinión

Sánchez confiesa a Marruecos su incapacidad para controlar la frontera

No deja de ser surrealista que el Gobierno de España tenga que pedirle a Rabat que blinde sus fronteras ante el previsto intento de entrar en Ceuta a nado, el próximo domingo, por parte de centenares de jóvenes marroquíes. Lo insólito del caso es que el argumento esgrimido por el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska para solicitar ayuda a la nación vecina sea que «no se puede repeler con los medios humanos y técnicos» que tienen la Guardia Civil y la Policía Nacional en la ciudad, explican fuentes de la seguridad del Estado involucradas en dar respuesta a este nuevo desafío en materia de inmigración ilegal.

No parece que sea lo más conveniente retratarse de este modo ante Marruecos, porque el mensaje que se lanza es que las Fuerzas de Seguridad del Estado son incapaces de hacer frente a una avalancha de inmigrantes. Marruecos ha utilizado precisamente la inmigración como instrumento de presión, relajando en ocasiones sus controles fronterizos para causarle un problema a España, como ocurrió en el asalto a Melilla en 2022. Pues bien, en este contexto, el Gobierno de Sánchez trasmite a Rabat que no está en disposición de proteger su frontera por falta de medios. Ni Gila, vamos. Sobre todo si se tiene en cuenta que Marruecos sigue reclamando la soberanía de Ceuta y Melilla. Es surrealista: el Ministerio del Interior de Marlaska contacta con el Ministerio del Interior de Marruecos para pedirle ayuda porque no puede garantizar la seguridad en su frontera al carecer de efectivos policiales suficientes. Fastuoso. Es una manera de decirle a Marruecos que «estoy en tus manos».

En las últimas horas, además, han circulado vídeos con instrucciones y llamamientos para que el salto a nado se realice también hacia Melilla, atravesando una zona próxima a Beni Enzar y entrando al puerto de la ciudad autónoma. Desde que se conoce este llamamiento en redes, Marruecos ha detenido ya a 60 personas por incitar y difundir las instrucciones para realizar el asalto. En los vídeos se pueden ver consejos precisos sobre el tipo de aletas y material necesario para la travesía y qué hacer una vez que se toque tierra. Que consigan su objetivo no está en manos de España, como ha dejado claro el Gobierno de Sánchez. En Marruecos, que tiene la sartén por el mango, no dan crédito.