Opinión

¿Saben lo que ha ocurrido en Grecia? Lo que no es posible, no lo fue

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Es tal el carajal nacional a cuyo mando está el gran heredero de Largo Caballero (este sí que compraba votos a punto de pistola) que ha pasado desapercibido lo ocurrido hace una semana en Grecia y sus elecciones legislativas, en las que el centroderecha liberal ha propinado tal estacazo al neocomunista Alexis Tsipras y al pijo rojo Yanis Varoufakis que andan ambos escondidos por los montes de Peloponeso.

En efecto. Resulta singularmente curioso comprobar cómo ese país que tuvo que ser intervenido por la troika ante el enorme default de sus cuentas, ha decidido no confiar en los milagros de populistas zurdos después de la experiencia habida con Tsipras y su movimiento Zyriza, que es la versión helena del podemita en España. Tal fue así, que Pablo Iglesias se mimetizó con Txipras. Los más enterados recordarán aquel grito del morado: «Alexis, aguanta, que llego…».  Sí, en efecto, Txipras aguantó e Iglesias llegó, pero sólo un momento… ¿Por qué? Porque la gente no es tonta.

El primer ministro liberal conservador griego, Kyriakos Mitsotakis, le ha metido tal mano de óbleas xacobeas al imberbe Alexis que tendrá que pasar mucho tiempo hasta que pueda recomponer su figura, si es que puede. Hay o puede haber un mimetismo cuasi total entre los dos países entendido como situaciones políticas. Hay una diferencia. Allí, el Pasok, el socialismo convencional, despareció por mor de la incompetencia y la corrupción. Aquí, su homólogo, el PSOE, todavía mantiene abiertos muchos chiringuitos, no sabemos por cuánto tiempo una vez que sean conocidas las fechorías perpetradas por la factoría Sánchez.

Todo ello lleva al autor a una conclusión: lo que no puede ser (el neocomunismo en Europa), no puede resultar (¿acaso los europeos no recuerdan los sesenta años de estalinismo soviético?) y, además, es imposible. Txipras y su amigo Iglesias, en muy poco tiempo, fueron reconocidos por sus pueblos en lo que realmente eran.