Ruiz-Jarabo, un experto económico para el consejo de RTVE
El Partido Popular ha propuesto, a través del Senado, a cuatro personas para ser consejeros de RTVE. Entre ellos, el más destacado, sin duda, es Ignacio Ruiz-Jarabo, un gran economista, licenciado en las primeras promociones de la Universidad Autónoma de Madrid, de gran prestigio.
Esta designación es una muy buena noticia porque RTVE necesita, al menos, tres cosas: una buena gestión general, una meticulosa gestión económica y una independencia informativa imprescindible. Esas tres facetas las incumple RTVE: la gestión general del ente público es deficiente, sometida a los caprichos gubernamentales por motivos políticos, como el fichaje de un presentador por una cantidad multimillonaria, simplemente para tratar de contrarrestar a otro de una cadena privada que no le ríe las gracias al Gobierno.
Por su parte, la gestión económica es muy mala: pese a recibir las ayudas que recibe, las cuentas de RTVE no logran equilibrarse, siendo un agujero sin fondo para los contribuyentes, que tienen que desembolsar sus impuestos para sostener fichajes millonarios, como el comentado anteriormente.
Con 530 millones de aportación de los PGE en 2023 y 630 millones en 2024 (con ese incremento de 100 millones para emitir la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, cuando no era su función a ese coste, desde luego, especialmente, la Eurocopa), en 2023 tuvo pérdidas de 4 millones de euros, pero llueve sobre mojado, porque durante varios ejercicios, con la salvedad de 2021 y 2022, ha tenido pérdidas, que hace que en el sexenio de Sánchez haya acumulado 10 millones de desequilibrio.
Sólo en derechos deportivos, desde 2007 RTVE ha gastado 1.500 millones de euros a costa del contribuyente, con precios desorbitados en muchas ocasiones. Es más, ha comprometido el dinero de los ciudadanos en la puja por los derechos de los JJOO, asegurándose su retransmisión a precio de oro hasta 2032.
Eso hace que el presupuesto de RTVE, de 1.193 millones de euros, gasta en personal más de 500 millones de euros, acumulando una deuda de 600 millones de euros. Todo ello es un agujero insostenible, cuando hay otras necesidades que atender.
En cuanto a su pluralismo informativo, es nulo. Es mera manipulación. No se trata de que se compense con voces de la oposición, sino de que la información debe ser neutra, no debe trazar una opinión editorial, pues es un ente público sufragado con el dinero de todos los contribuyentes. Debe informar, debe cubrir los elementos necesarios informativos e institucionales, pero no está para malgastar el dinero de los contribuyentes en fichajes millonarios con matiz político, ni para despilfarrar el dinero de un canal de 24h sólo para lanzar las consignas del gobierno en programas de casi nula audiencia.
Por eso, es necesario una persona del prestigio económico de Ignacio Ruiz-Jarabo, que es un gran economista y acumula una sobrada experiencia. La gestión general ganaría mucho siguiendo sus consejos, pues fue presidente de SEPI en su época más eficiente. Igualmente, su pasado como director de la Agencia Tributaria hacen que conozca muy bien el esfuerzo del contribuyente para sufragar los gastos del sector público, que le permite ser prudente y cuidadoso con el empleo del dinero del contribuyente. Conoce perfectamente el presupuesto. Por último, su gran profesionalidad refuerza su independencia para decir lo que piensa, como hace en sus artículos semanales en prensa, que enlaza con la necesaria independencia que ha de tener RTVE.
RTVE necesita un ajuste presupuestario y organizativo profundo para que sea un ente viable y no siga asfixiando a los contribuyentes. Si hiciesen caso a Ignacio Ruiz-Jarabo, podrían lograrlo, pues es un perfil de gran eficiencia en la gestión, que sería actualmente el ministro de Hacienda que necesita España, con la seriedad y rigor de antaño. Es verdad que poco podrá hacer desde una posición minoritaria en el consejo, pero, al menos, su voz se oirá para hacer ver la desviación en la gestión de RTVE. Una gran noticia su nombramiento.
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