Opinión

La Navidad catalanista de Prohens

Una cosa es promocionar las lenguas y otra, bien distinta, primar a una lengua sobre otra, que es lo que pasó en Baleares durante el Gobierno socialcomunista de Francina Armengol y lo que sigue ocurriendo ahora. El Gobierno del PP de Marga Prohens prometió en campaña electoral acabar con la dictadura del catalán en las islas, pero la verdad es que aquella promesa ha terminado durmiendo el sueño de los justos. Es más, la promoción del catalán es una de prioridades del Ejecutivo del PP, que en el arranque de la legislatura dobló el presupuesto del  Institut d’Estudis Baleàrics, organismo público encargado de impulsar el catalán, fortaleciendo su uso y proyección en el exterior.

Ahora resulta que este organismo público ha puesto en marcha una campaña navideña en la que se ofrecerán encuentros, talleres, charlas, rutas culturales y espacios creativos para la práctica de la lengua catalana en un entorno lúdico. Y, de guinda, una iniciativa destinada al sector de la restauración para que ofrezcan los menús de Navidad en catalán.  

El Gobierno de Prohens ofrece a bares y restaurantes un material con propuestas concretas de menús, acompañadas de una serie de fichas de vocabulario específico, que servirá de ayuda a los restauradores que quieran tener sus menús de fiestas en catalán, «lo cual supone una muestra de calidad de servicio y de atención al cliente». Y, llevado de su frenesí catalanista, el Ejecutivo popular ofrecerá también talleres de rap en esta lengua.

Insistimos en que no sería criticable tanto furor catalanista si, por las mismas, las Navidades lúdicas organizadas por el Gobierno de Baleares tuvieran un gesto hacia el español, lengua que parece no goza del impulso del que disfruta el catalán. Es más, cualquiera diría que la española es la lengua pobre en una comunidad donde la dictadura del catalán llega hasta los mismísimos menús de Navidad y los talleres de rap.