Un multitudinario acto de rebeldía cívica contra el sanchismo

Por muy cierto que sea que la manifestación contra el sanchismo responde a una convocatoria partidista, en el sentido de que ha sido organizada por el PP, no lo es menos que los motivos de la misma pueden ser compartidos por cualquiera que se sienta concernido con los valores democráticos y la defensa del Estado de Derecho. La descomposición del sanchismo y el grado de deterioro institucional cursan de forma paralela. Podría decirse que la manifestación representa en sí misma una forma de defensa democrática ante la ignominia de un Gobierno que se ha lanzado a una estrategia tan obscena como suicida contra las instituciones.

Es, pues, una forma de defender la libertad amenazada o, si se quiere, un acto de reivindicación en legítima defensa de una España realmente acosada por los comportamientos mafiosos del sanchismo. Es perfectamente compatible que quienes cuestionan la oposición que está llevando a cabo el PP acudan a un acto que representa un ejercicio de rebeldía cívica que debería unir a todos aquellos que se sienten concernidos con la gravedad del momento político.

Porque es cierto que quien convoca es el PP, pero no es menos cierto que los motivos de la manifestación pueden ser compartidos por todos aquellos españoles, con independencia de sus posicionamientos ideológicos, que entienden que el sanchismo se ha convertido en una amenaza real para el sistema democrático. Pocas veces en la reciente historia de España ha habido un sentimiento de peligro real, de riesgo evidente de que la democracia sea arrumbada o convertida en una palabra hueca por un Gobierno que ha abdicado de la defensa del bien común para preservar a toda costa sus innobles intereses, aun a costa de hacer jirones las costuras del Estado.

Por eso, OKDIARIO apoya una manifestación que representa todo un acto de reivindicación democrática de esa España que asiste atónita a los estertores de un régimen, el sanchista, que ha decidido embestir impunemente contra todo y contra todos aquellos que no se pliegan a su sectaria manera de ejercer el poder.