Opinión

Lo internacional importa, y mucho; atentos a las europeas

  • Gustavo F-Mazarambroz de Arespacochaga

El 21 de diciembre un mosso de escuadra respondía a un hombre del medio rural que le increpaba por impedir una de las manifestaciones en favor de la República Catalana de la siguiente manera: “¿Qué república ni que cojones? ¡La república no existe, idiota!”. Esta expresión de aplastante sentido común exteriorizando una realidad, iba acompañada de cierto grado de docencia. Y es que, al igual que sucede con la política internacional, uno tiende a despreciar aquello que desconoce, aterrizando para su ideario una realidad parcelada o paralela.

La arena internacional importa, y mucho. Gracias al llamado principio de atribución de competencias, algunos Estados han delegado la capacidad legislativa en Organizaciones supranacionales (tal es el caso de la UE a través de Reglamentos, Directivas y Decisiones). Igualmente, los propios Tratados internacionales ejercen su influencia en el ordenamiento jurídico nacional. Pero no solamente sucede a través de la legación voluntaria; la interconexión e interdependencia entre los diferentes Estados hacen que materias aparentemente inocuas puedan llegar a impactar en la estabilidad y bienestar del ciudadano. De usted. ¿sabía que el 50% del gas que obtiene España lo hace de Argelia y que Argelia está actualmente sufriendo uno de los capítulos más convulsos de su historia política reciente? ¿sabía que la OTAN (29 Estados) es la estructura militar de defensa de los países denominados occidentales y que España solo aporta el 1,3% mientras que Estados Unidos lo hace en un 69%? ¿O quizás desconocía que aproximadamente un 60% de la normativa que se aplica en España proviene de la UE?

En una de mis estancias en Francia, jugando a un juego de mesa donde el acierto a preguntas de diversa índole hacían avanzar a los jugadores por las casillas del tablero, quedé sorprendido por la profundidad de conocimiento de mis compañeros de equipo de futbol del Racing Club Vichy. A mi pregunta sobre ese sorprendente fondo de armario cultural, me respondieron mis amigos franceses: todo lo que pasa en el mundo es de interés para Francia ya que nos impacta de una manera u otra. Y es que podremos pensar que Francia y los franceses son de todo menos guapos, pero idiotas, no son.

El 26 de Mayo estamos todos invitados a votar de nuevo. Y gracias al proceso de integración Europea, nacionales de otros Estados miembros pueden ser elegidos como representantes en los denominados países de acogida (esto invitó a la primera de las modificaciones de nuestra Constitución el 20 de Agosto de 1992 en su artículo 13.2 introduciendo “y pasivo”). Tal es el caso de Manuel Valls, ciudadano francés a la alcaldía de Barcelona o Anne Hidalgo, española y actual alcalde de París. Además, también votaremos al Parlamento Europeo, cámara de representantes con iniciativa legislativa de la UE donde España tendrá que elegir a 54 de entre los partidos políticos que se presentan.

Así pues, estamos invitados a ejercer nuestro derecho de voto en Elecciones europeas, municipales y autonómicas (a quien corresponda hacerlo por empadrnamiento) el domingo 26 de Mayo. Si bien es cierto que la República Catalana no existe, también lo es que España no vive en autarquía. No seamos idiotas en pensar que todo lo que sucede allende nuestras fronteras no interesa o no repercute en nuestro día a día. Lo que sucede en el mundo ha de interesarnos por principio; porque España es igual a Francia o más y porque, nos guste o no, lo internacional importa.