Opinión

¿Lo de la comisaria Cascajosa en RTVE también es «regeneración democrática»?

En el colmo de la hipocresía, Pedro Sánchez se ha remitido al reglamento europeo de medios de comunicación para vender ese plan de «regeneración democrática» con el que pretende esconder su proyecto para acabar con la prensa libre en España. Pues bien, dicho reglamento -Reglamento Europeo sobre Libertad de Medios de Comunicación- va exactamente en sentido contrario al de Pedro Sánchez, pues lejos de abogar por el control político de los medios lo que hace es obligar a las autoridades nacionales a proteger a los medios y periodistas frente a los intentos de «censura» o «injerencia política». Y esto, destaca la norma, es especialmente aplicable a los medios públicos, como sería el caso de RTVE. Dicho de otro modo: Sánchez se sirve del reglamento europeo para poner en marcha un plan que es la antítesis perfecta de dicho reglamento.

La UE alerta sobre el «control gubernamental de los medios de comunicación de servicio público», destacando «el nombramiento de las personas que ejerzan la dirección del consejo de administración de los medios de comunicación de servicio público, o de los miembros de éste». «Cuando las salvaguardias no existen o son insuficientes, se plantean riesgos de injerencia política en la línea editorial o la gobernanza de los medios de comunicación de servicio público», asevera el reglamento adoptado en Bruselas. En definitiva, Sánchez pretende amordazar a los medios independientes mientras coloca al frente de RTVE a una comisaria política, Concepción Cascajosa, militante socialista  impuesta por Moncloa,  que como carta de presentación dijo: «Soy militante del Partido Socialista y, en ese sentido, considero que esa militancia forma parte de mi compromiso social y de mis ideas progresistas que tengo que defender en mi vida profesional». Más claro, agua. La comisaria Cascajosa promete gestionar RTVE con el carné del PSOE en la boca y Pedro Sánchez, entretanto, se prepara para hacerle la vida imposible a los medios que no llevan el carné del PSOE en la boca. Si esto se explica en Bruselas, alucinan.