Opinión

Ladran, luego cabalgamos (para Blanca de Juan, con afecto)

A la mano derecha de Begoña Gómez en la Universidad Complutense, Blanca de Juan de Castro, ex coordinadora de la cátedra de Transformación Social Competitiva y actual miembro de su «consejo asesor», no le gusta OKDIARIO y nos ha lanzado una de esas descalificaciones que, viniendo de quien vienen, nos llena de orgullo y satisfacción, pues es señal de que vamos por el buen camino. Para ella somos «mercenarios» y nos llegarán «cargos en contra». Como Blanca de Juan de Castro no concreta qué cargos, esperaremos ansiosos, pero entre tanto no está de más recordarle que quien está siendo investigada  por tráfico de influencias y corrupción en los negocios es su jefa, que es a quien ya le han llegado -y no por OKDIARIO, sino por decisión de un juez- «cargos en su contra».

Que la situación de Begoña Gómez haya provocado inquietud y nerviosismo en Blanca de Juan es natural, pues no en vano ha ejercido un papel relevante en la creación y promoción de la polémica cátedra y el máster asociado, que no se celebrará ya el próximo año tras los últimos escándalos. Si el futuro de Blanca de Juan está ligado al de Begoña Gómez se entiende que no pase por su mejor momento, de manera que vamos a tomarnos sus insultos como un honor y a enmarcarlos en el clásico «ladran, luego cabalgamos».

Según Blanca de Juan, la «estrategia» de los medios que «dicen sacar a la luz la verdad por el bien de la sociedad» -entre los cuales cita expresamente, y en primer lugar, a OKDIARIO- es la siguiente: «Elegir una víctima y alguien de su entorno cercano (alguien con una vinculación personal, el partido político no importa demasiado). Es sólo una víctima más, es la víctima número 2, que se convierte en el objetivo a derribar. Esta vez le ha tocado a Begoña». «Son mercenarios. El caso es cumplir con el encargo y a ser posible que parezca un accidente».

La verdad es que esta mujer se ha aprendido de memoria el manual sanchista y lo recita como un papagayo. En su opinión, todo son «patrañas» que siguen la táctica de «repetir mucho mucho mucho algo que, aunque no sea cierto, al repetirlo mucho mucho mucho, comienza a serlo para algunos». Si todo su arsenal argumental es ése, habrá que convenir que a la señora le falta un pelín de hondura, pero ya se sabe que la Universidad Complutense ya no es lo que era. Y como muestra, Blanca de Juan.