Opinión

Junta Electoral: menos advertencias y más tarjetas rojas

Lo de la Junta Electoral Central es como esos árbitros que se pasan el partido advirtiendo a los jugadores de que a la próxima serán amonestados, pero que después de pasarse el encuentro pegando patadas se van al vestuario sin siquiera ver una amarilla. La Junta Electoral ha abierto un segundo expediente sancionador a la ministra portavoz y de Política Territorial, Isabel Rodríguez, por hacer un uso electoralista de la sala de prensa del Palacio de la Moncloa. En este caso, la resolución del organismo se produce a raíz de una denuncia del PP sobre las declaraciones que hizo Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del 3 de mayo, cuando se refirió a la bronca del Dos de Mayo con ataques al Gobierno madrileño de Ayuso, candidata a la reelección, por no permitir que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se colara en la tribuna del desfile.

Cabe recordar que la portavoz del Gobierno ya tiene abierto ahora mismo otro expediente sancionador en la Junta Electoral por arremeter contra el PP desde Moncloa en anteriores ruedas de prensa y romper la debida neutralidad que marca la Loreg. Esta incoación le fue comunicada el pasado 4 de mayo. O sea, que ya van dos expedientes y la ministra parece que no se da por aludida. Lo que viene a poner de manifiesto que el Gobierno se pasa las advertencias de la Junta Electoral Central por salva sea la parte. Si la JEC actúa como árbitro habrá que convenir que su papel es perfectamente irrelevante, porque todo lo más que llega a imponer son sanciones económicas irrisorias que, en muchos casos, llegan cuando ya se han cerrado las urnas. De modo que la ministra portavoz seguirá vulnerando la neutralidad institucional que se le exige al Gobierno cuando actúa en la sala de prensa del Consejo de Ministros. O sea, que Rodríguez se irá al vestuario advertida 100 veces, pero sin siquiera una tarjeta amarilla.