La incógnita del verano de la Familia Real este año

Desde que la Familia Real empezó su proceso de ruptura entre sus distintos integrantes, a raíz del caso Nóos, que culminó con la abdicación del Rey Juan Carlos y su decisión de vivir fuera de su país, averiguar cómo y dónde iban a pasar los veranos los Reyes anteriores, los actuales, sus hijos y sus nietos se ha convertido en una auténtica incógnita tan difícil de descifrar como un jeroglífico aparecido en una tumba egipcia. A partir de los últimos días de mayo o primeros de junio empiezan las especulaciones acerca de cómo van a ser las vacaciones de la Familia Real y ante el mutismo de la Casa del Rey, lo único que sabemos con certeza los medios de comunicación es como va a transcurrir el verano de la Reina Sofía.

A partir del día 18 o 20 de julio, la anterior consorte real se desplaza a Palma para empezar sus vacaciones. Los primeros días de su estancia en Marivent, doña Sofía se dedica a supervisar el edificio principal del complejo, donde se alojan ella, su hermana, la Princesa Irene de Grecia y el matrimonio Fruchaud, compuesto por Tatiana Radziwill, prima de doña Sofía, y su marido Jean Henri Fruchaud. Después, la tarea de comprobar que todo está a punto se traslada a los tres apartamentos que se adecuaron en Son Vent para los tres hijos de los Reyes Juan Carlos Y Sofía, próximos al edificio de Marivent.

La historia del veraneo se complica cuando se pretende averiguar dónde van a pasar las vacaciones el resto de la familia, ya que los problemas surgidos en su seno, con las separaciones, destierros, divorcios y frías relaciones entre unos y otros, han cambiado lo que era hace unos años un punto de encuentro de todos sus componentes y cuya unidad y buenas relaciones se mostraban en la foto conjunta de los 16 integrantes de la Familia Real. El cordón sanitario establecido por el caso Nóos hizo que el matrimonio Urdangarín Borbón dejara de pasar sus vacaciones en Mallorca y tan sólo podían ir allí sus hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene pero por poco tiempo. Después del divorcio de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, el marido de la primogénita de los Reyes desapareció de la foto conjunta delante de Marivent. El Rey Juan Carlos, a partir del episodio de Bostwana que destapó su relación con Corinna Larsen, dejó de ir a Palma o iba de forma intermitente.

Y los nuevos Reyes siguieron con la tradición de pasar unos días, pocos, en Mallorca, ya que la Reina Letizia se encargó de comentar a una periodista que la estancia en Palma no era considerada por ella vacaciones de verdad. Unas palabras que se unieron a la poca afición de la consorte de don Felipe a los deportes náuticos, su escasa presencia en el Club Náutico y la escapada de Palma que protagonizó antes de que el Rey y sus hijas terminaran su estancia en la isla y que levantó rumores de crisis en la pareja que fueron confirmadas por el propio Palacio de la Zarzuela.

Todos estos antecedentes nos llevan a la conclusión actual de que estamos a mediados de julio y a pesar de que se publican anuncios en algunos medios de que los ocho nietos de los Reyes van a coincidir en Mallorca para complacer a su abuela, la Reina Sofía, la realidad es que el Palacio de la Zarzuela no ha confirmado ese hecho e incluso se sabe que existe bastante escepticismo en el interior de la institución de que se vaya a producir. Una cosa es que los hijos y algunos nietos de los anteriores Reyes vayan a pasar unos días en Marivent y otra distinta que vayan a coincidir todos en las mismas fechas. El que, seguro que no va a ir a la residencia vacacional de Palma, según fuentes de Zarzuela, es el Rey Juan Carlos, cuyo objetivo prioritario en estos momentos es entrenarse en su barco, el Bribón, en la bahía de Sangenjo para intentar revalidar su título mundial en la clase 6M. Y pensar en el otoño, que, según algún medio, podría volver definitivamente a España si es que finalmente Núñez Feijóo alcanza la Presidencia del Gobierno y cumple con su palabra de facilitar el regreso de don Juan Carlos a España.