Opinión

Gaza, patetismo en la ultraizquierda: ahora ¿qué hacemos?

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Mientras los ciudadanos gazatíes se pasaban toda la noche celebrando en sus calles el acuerdo para la paz en ese atormentado territorio, la ultraizquierda española (¡nada nuevo bajo el sol!) montaba un akelarre a propósito de esa paz que acepta Hamás y la totalidad del mundo globalizado.

¿Guerra NO y la PAZ tampoco? ¿Acaso toda la movilización llevada a cabo para impedir el «genocidio» era una farsa? Sólo con ahorrar una vida humana en aquella parte del mundo ya merece la pena un alto el fuego, devolución de los rehenes incluida. La extrema izquierda mundial, algo más en España, país que no ha conocido en toda su crudeza el comunismo, necesita causas fuertes que utilizar como «condición objetiva» (de las que hablaba Marx, Engels y Lenin) para poder avanzar en sus posiciones políticas y de poder.

La lucha desigual en Gaza y la consiguiente masacre (nunca nadie ha puesto en cuestión la superioridad militar israelí) venía como anillo al dedo a unos activistas, que tampoco sabemos a ciencia cierta de qué viven más allá de sus cargos políticos en las instituciones públicas, para hacerse virales y para ello nada mejor que las imágenes de civiles, niños y mujeres destrozadas por el «nuevo fascismo».

Comprendo que este acuerdo (esperemos que se sustancie) les haya destrozado el relato. Mucho más cuando el gran hacedor de la paz no es otro que una de sus grandes bestias negras, Donald Trump, plan que viene avalado por la cuasi totalidad de países árabes y el resto de la comunidad internacional, entre ellos, la China comunista de Xi Jinping.

A la ultraizquierda española, incluyendo en ese capítulo a Pedro Sánchez, se le plantea ahora un problema. ¿Dónde subirse al carro de un «hecho objetivo» que pueda movilizar a un desvencijado electorado y una incierta militancia? Al presidente con más ardor. Porque si ha intentado esconder sus vergüenzas corruptas con Gaza, ahora vuelven a quedar a la intemperie.

Hay algunos ribetes nacionales con los que pueden envolverse. La DANA de Mazón que políticamente da ya poco de sí. O el cribado mamario en Andalucía. En ambos casos, la ultraizquierda ha ganado el relato, si bien de Despeñaperros hacia abajo ese relato se está dando la vuelta con sólo invocar el nombre de María Jesús Montero. Les ofrezco un tema gratis: el Sáhara Occidental. A ver si conforman una nueva flotilla y se atreven a enfrentarse a Marruecos.

La ultraizquierda, otrora comunista, son muy pocos en España. Sucede que hacen mucho ruido y se mueven como nadie en el viejo agitprop, agitación, mentira y propaganda.

En cualquier caso, la que siempre está de guardia es la RTVE del sanchista convicto y confeso que responde por el nombre de José Pablo López y la cuadrilla de nuevos acaudalados que se fotografían día sí y noche también en primer tiempo de saludo.

Nada nuevo en el universo patrio que no sepamos, ya desde hace mucho tiempo. Quizá unos dígitos más de desvergüenza y bochorno.