El espanto de ser una mala ministra
Hablo de Irene Montero, la cajera que llegó a ser ministra tras unir su destino al jefe de la banda podemita. Antes del 8M, la zafia de Igualdad hizo unas declaraciones a micrófono cerrado que fueron reveladas por la Guardia Civil y que destapan el nulo respeto que muestra esta falsa feminista por las mujeres. Off the record: «No lo voy a decir porque no lo voy a decir, pero creo que, si no ha venido nadie a la mani de este año, es porque, joder… ¿qué más quieren? Ya soy ministra. Misión cumplida. Hasta aquí ha llegado el feminismo… Pero claro, ¿cómo voy a decir eso en público? Eso no lo voy a decir. Ir a la maldita mani del 8M me daba una pereza que te mueres porque (yo y mis compis, la burra delante) estábamos haciendo un maratón de El Señor de los Anillos y tuve que dejarlo a la mitad para estar ahí rodeada de…». La Guardia Civil la grabó en el renuncio, captando todo lo que dijo.
Todo: «Muac, muac. ¡Un beso ministra! ¿Perdonaaa? Que soy ministra y como me toques te juro que te mato. Ni por el coronavirus ni nada, que no me toques. A mí que esas (las feministas) me toquen me da un repelús que te mueres, tengan o no tengan coronalazo. Y basta ya de besos. Me cogieron al niño y pensé… pobres criaturitas. Esto no lo digo en público, pero es así: si vas a una mani feminista y te contagian. Sí, sí, la extrema derecha tiene razón, por eso voté a Vox en las generales, pero no lo puedo decir».
¡Qué hipócrita es Irene y qué lenguaje tan culto gasta la desdichada! Por eso Sánchez ha aumentado el presupuesto de Igualdad a 573 millones en 2023, un 9,3% más que en 2022, una cifra histórica. Prefiere tener a la cobra contenta, antes que escupiendo veneno contra su Gobierno. La coalición le trae a mal traer. Una bicha muy peligrosa se le ha colado en palacio y no sabe cómo librarse de ella. Los sondeos le auguran un fracaso apoteósico y al encantador de serpientes se le rebelan incluso los crótalos del separatismo, que hacen buenas migas con la peligrosa Irene. Y lo más grave es que el maniquí carece de antídotos para enfrentarse a tanto reptil.
Las magistradas, a las que Irene también llamó machistas, aunque sean mujeres, representan a los jueces y responden: «Para redactar su ley del sí es sí, debería tener una mínima formación». Y Ayuso, la remata: «Sólo ella es la responsable de que salgan violadores a la calle». Ella, la que tal vez pensando en su pareja, dijo aquello de «el amor romántico es opresor, patriarcal y tóxico». Menuda soplagaitas.