El difícil rol de Feijóo

Comprendo la decepción de no pocos ciudadanos preocupados con la deriva sanchista respecto a la negativa del presidente del Partido Popular a presentar una moción de censura, tal y como le solicitan Abascal y Arrimadas. También comprendo a Feijóo y sus reticencias a servir en bandeja una victoria parlamentaria a Pedro Sánchez. Creo que Núñez Feijóo será mejor presidente del Gobierno que jefe de la oposición. Cada uno está hecho para sus cosas. Sucede, sin embargo, que para gobernar hay un pequeño detalle anterior: hay que ganar unas elecciones generales y sumar una mayoría de diputados en el Congreso.
Sin duda, el llamado efecto Feijóo inicial con el que comenzó su rutilante llegada a Génova, 13, procedente de su Galicia natal, se ha ido evaporando por diferentes factores que nos llevaría mañana, tarde y noche analizar con objetividad y argumentos. Sánchez como enemigo es temible, no porque su acción de gobierno sea colosal y obtenga calificación cum laude -más bien se trataría de cum fraude-, sino sencillamente por la utilización del poder (todo) que tiene en sus manos y no duda en utilizarlo, incluso, espuriamente. El jefe del centroderecha nunca pensó, pese a los informes fidedignos recibidos al llegar a Madrid, que Sánchez se condujera como es. Y lo es.
Feijóo se mueve bien en los medios templados, pero en la bronca el de Tetuán siempre llevará las de ganar, como está ocurriendo en los actuales momentos. Esto parece que le ha quedado claro. Luego, está el hecho de que no dispone de escaño en la Cámara Baja y eso también es un hándicap considerable. El Senado es otra cosa. La baza que está jugando Feijóo es precisamente atacar las bases más templadas del PSOE en la creencia de que puede arramplar entre 800.000 y un millón de votos. El que suscribe no lo tiene nada claro, pero podría ser. En gran parte se juega su futuro en esos dígitos electorales. A sensu contrario, corre el riesgo de que una parte del electorado de derecha no radical decida escoger la papeleta de Santiago Abascal, que lo tiene clarísimo. Pura política, gran riesgo.
Vuelvo a insistir en lo mismo. La gran ausencia para Feijóo y el PP es la mediática. Aquí, Sánchez gana por goleada. No me atrevería a decir que con los palillos que tocan en este aspecto saquen toda la rentabilidad deseable. No es una asignatura de nuevo cuño para el centroderecha. Se arrastra desde los tiempos de Fraga/Aznar y se incrementó durante la larga travesía de Rajoy hacia el poder, y durante los siete años en el mismo.