El descaro de Leticia Dolera

El descaro de Leticia Dolera

Leticia Dolera es feminista. Cuando era joven participaba en series para adolescentes de esas que hoy Leticia diría que fomentan los estereotipos machistas, pero es que entonces no era feminista y ahora sí. También podemos ver fotografías muy sensuales de Leticia Dolera en las portadas de esas “revistas para hombres” de las que, ahora que es feminista, abomina Leticia Dolera, pero es que ahora es feminista. Ha contado que una vez un compañero de rodaje le tocó el trasero sin permiso y ella no le dijo nada. Y que otra vez, en una fiesta, le tocaron un pecho y tampoco se quejó. Pero claro, es que entonces igual todavía no era feminista. Seguimos viéndola en todas las galas del mundillo cinematográfico luciendo impresionantes escotes de diseñadores de moda, pero lo hace con mucho feminismo, ¿qué duda cabe? Ha evolucionado, todas tenemos derecho a hacerlo, y ahora es actriz, directora, escritora y presentadora feminista.

Voy a confesaros algo, a mí una vez en un “sarao” también me apretaron el culo con descaro, pero yo, como no soy tan feminista, le clavé al listillo el tacón de mi stiletto inmediatamente, sin pensarlo y enseguida se me olvidó, ya ni me acordaba. Como aquella otra vez, siendo casi una niña que jugando en la piscina un chico del grupo me agarró por detrás cogiéndome una teta, así como si fuera sin querer. Se llevó de recuerdo los cinco dedos de mi mano grabados en su cara, se disculpó y estoy segura de que jamás en la vida se le ocurrió volver a hacer algo parecido. Es lo que tiene no ser tan feminista, que te desahogas de otra manera y no te guardas las cosas dentro. Es mucho más sano, yo te lo recomiendo, Leticia, prueba y verás.

El caso es que a la feminista Leticia Dolera ahora le acusa la actriz Aina Clotet de haberse negado a contratarla como protagonista para una serie de temática marcadamente feminista, pese a ser la seleccionada, al enterarse de que estaba embarazada y que haga eso un icono de la lucha feminista no está bien visto. El embarazo suponía algunas dificultades que no sería la primera vez que se producen y para las que había diferentes soluciones alternativas. Pero la feminista Leticia Dolera escogió la más simple, la misma que habría elegido un director tan machista como Pablo Iglesias, que estuviera grabando una serie tan machista como es Podemos; cambiar de actriz, lo de siempre. Pero con un matiz, a Leticia nadie la puede criticar, porque es feminista.

Si eres progre, como Almodóvar o Monedero, puedes tener un enorme patrimonio en paraísos fiscales o defraudar a Hacienda como si no hubiera mañana, pero sólo si eres progre. Si eres de izquierdas puedes tratar a tus empleados como a esclavos y especular con una VPO, como Echenique y Espinar. Si eres un rojazo puedes comprarte un casoplón con piscina y jacuzzi en una urbanización de lujo, como Pablo Iglesias. Y si eres feminista puedes posar en bolas para la portada de cualquier revista “machuna” y tratar a tus actrices embarazadas a patadas, como hace Leticia Dolera. Porque a cualquiera que se atreva a criticarla lo acusarán de machista como acusan de fachas a todos los que se atreven a criticar a los otros. Ser progre es disponer de un manto que todo lo cubre, todo lo tapa, todo lo justifica. A veces, pienso que los demás somos estúpidos por no actuar con la misma hipocresía y descaro con la que actúa toda esta pandilla de impresentables, pero enseguida se me pasa, porque no somos todas iguales, ¿verdad?

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