Derrotar al autoritarismo tratando a los españoles como adultos

Derrotar al autoritarismo tratando a los españoles como adultos

El gobierno socialcomunista muestra la patita y exhibe tics estalinistas. Porque hacerlo está en la naturaleza del alacrán. Es por eso que su enfoque, ya desde antes de la epidemia, no fue la gestión, sino el esfuerzo propagandístico de crear una realidad paralela, un “relato”, y el énfasis desmedido por el control social. De ahí ese empeño desde el primer día en interferir sobre los resortes de nuestro estado de derecho que el ejecutivo no controlaba y por demoler los equilibrios de nuestra democracia constitucional

Nos encontramos con la desasosegante sensación de tener a quintacolumnistas al timón de la nación, saboteadores a cargo de las máquinas de la nave, agentes del cuanto-peor-mejor planificando la hoja de ruta para la recuperación del país.

En este contexto debemos entender el énfasis por “la narrativa”, la dislocación posmoderna del brazo de la realidad hasta que nos diga todo lo que quieren que oigamos. Sus efectos lisérgicos se multiplican administrados durante un enclaustramiento que favorece el mensaje monocolor y unívoco del oligopolio mediático que el sanchismo controla.

El aire fresco no es bueno para regímenes con tentaciones autoritarias y el gobierno ya ha experimentado en modo test las chispas que saltan cuando pequeños grupos de ciudadanos empiezan a salir a la calle y comparten frustración. Ahora imagínense las consecuencias para Pedro y Pablo de esas chispas expuestas al tanque de combustible de personas volviendo a sus trabajos para chocarse de bruces con el colapso de su mundo laboral. Y ciudadanos compartiendo personal y abiertamente las historias de terror derivadas de la criminal incompetencia en el manejo de la crisis. El gobierno teme a la libertad como el verdugo teme a ser reconocido por la calle.

Así que en las cocinas de Moncloa prefieren a la gente encerrada. Les conviene. Claro que saben que no podrán tenernos encerrados para siempre, pero la estrategia de desconfinarnos a cuentagotas sigue el principio físico de silenciador de una pistola: en vez de una liberación violenta de gases contenidos provocando un estruendo, soltarlos gradualmente con cámaras y colchones que amortigüen el ruido hasta que la ola de ira se vaya amansando.

Así que en las cocinas de Moncloa prefieren a la gente encerrada. Les conviene.

Los liberticidas en el gobierno saben además que cuando cualquier derecho ciudadano como es la circulación, la reunión o el trabajo, se restringe para luego ser repuesto como una dádiva, una graciosa concesión del poder, que además se otorga con la opacidad y la arbitrariedad que le plazca, el estado conseguirá la docilidad soviética de la población adocenada, sumisa y ¡agradecida!. Y no digamos si ante el colapso del mercado laboral, el causante del hundimiento se erige en salvavidas dando limosna con el dinero de todos, subsidios que acaban degradando al receptor sin que éste siquiera lo advierta.

Para completar el guiso del control social se necesita la manipulación de los ánimos en la opinión pública: la cocción del “relato”. Este comenzó con las densas cortinas de humo desplegadas durante el confinamiento para enmascarar la tragedia y ahora continúa con su siguiente objetivo: alterar la percepción sobre la insondable incompetencia a la hora de planificar la reapertura. ¿Cómo?

Se buscará endosar a otros el inevitable violento rebrote que afrontar la reapertura en estas condiciones provocará. Precisamente, se culpará a los que piden la relajación del encierro (la miserable demagogia de “el negocio a costa de vidas”. Como si pudiéramos vivir del aire). Así buscará Sánchez mutualizar culpas y blanquear negligencias criminales.

El mejor antídoto contra los intentos de manipulación de la población, el remedio para evitar convertir a los españoles en súbditos obedientes, amansados por las migajas que el poder les concede, es ofrecerles con coraje y honestidad la verdad. Debemos devolver a las personas la dignidad que da saber la realidad y poder actuar libre y responsablemente en consecuencia.

¿Qué verdades se han estado escamoteando a los españoles? ¿Por qué tiene el campo de la libertad la obligación de ofrecérselas?

1- El confinamiento nunca fue una solución permanente que fuera a vencer al virus y la epidemia. Con el virus tendremos que vivir meses, si no años. El confinamiento se produjo porque la imprevisión del gobierno y su falta de medidas condujo a un riesgo serio de colapso del sistema sanitario. Ese colapso se ha evitado pero la negligencia de los socialcomunistas nos llevó a límite y ha costado miles de vidas que se podrían haber salvado. Sin contar el desastre económico.

2- La solución para la expansión del virus del Sida no fue el celibato perpetuo, la abstinencia sexual permanente ni, en último caso, vencer al contagio a costa de la extinción de la raza humana, sino medidas de educación, sensibilización sobre los riesgos de la promiscuidad y el uso de protección. La contención de este virus no pasa por convertirnos en personas burbuja ni el enclaustramiento no dotará de inmunidad.

3- El virus Covid-19 es muy peligroso. Su ritmo de reproducción es muy alto, se puede propagar durante días vía individuos contagiados asintomáticos y causa estragos en personas de salud vulnerable. Pero muchos ciudadanos no se han sensibilizado, pues ocultando la dramática dimensión de la tragedia se atenuaba también la culpa de sus responsables. No hay nombres, caras y ojos, historias de fallecidos. Los muertos son números, estadísticas, curvas deshumanizadas. Es necesario concienciar a la población mostrándole el dolor. Y, de ese modo, alertar sobre las graves consecuencias de comportamientos irresponsables o frívolos en la reapertura.

4- No podemos estar encerrados hasta que haya una vacuna. Nada de lo que (no) está haciendo el gobierno nos prepara mejor para el desconfinamiento dentro de dos semanas o de dos meses, que ahora. El único motivo de que no estemos saliendo a recuperar nuestras vidas es que el gobierno no ha hecho ni el huevo para preparar test masivos y análisis de big data, que son las herramientas que ayudarán a controlar y minimizar los rebrotes que se produzcan. Si el gobierno de la nación es incapaz, por mucho que se le exija, las administraciones locales deberán movilizar con toda urgencia iniciativas público-privadas que solucionen esas deficiencias para evitar contagios descontrolados.

5- Pero habrá nuevos contagios. La gente debe comprender que, después de dos meses encerrados, será inevitable un rebrote de casos. Es el momento de apelar a la madurez de los españoles. Los ciudadanos están hoy mejor informados sobre lo que deben hacer: mantener un razonable distanciamiento social, usar mascarillas, lavarse las manos y aislarse si caen contagiados. Y el sistema sanitario está mejor preparado ahora para hacer frente a nuevos contagios. Habrá que asegurarse de que las personas vulnerables estén adecuadamente protegidas y no volverles a fallar. Pero actualmente sí estamos como cualquier país de Europa: como Alemania, como Suecia o como Holanda. Como ellos han estado haciendo, nosotros debemos volver a trabajar.

Estas son las verdades del barquero que el campo de la libertad debe transmitir con valor, tan consistente y machaconamente como los autoritarios usan sus mentiras y medias verdades con el objeto de impregnar de miedo e infantilizar a la población. Resistir a los autócratas es creer en nuestros compatriotas y actuar con la convicción de que apelar a la responsabilidad personal siempre será mucho más efectivo que las medidas coercitivas del estado.

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