Opinión

Cruzada ecocomunista del ministro Garzón contra la moda

Bajo el lema «presume de armario sostenible», el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha orquestado una campaña contra la industria textil de la moda al pedir a los jóvenes que no compren tanta ropa como acción para combatir el cambio climático. Después de hacer lo propio contra la industria cárnica española y la industria juguetera, convendremos que Garzón habría sido un magnífico ministro en la Cuba de Fidel o un superlativo alto funcionario del ministerio de Comercio de la URSS, cuando el socialismo estalinista establecía planes quinquenales para alimentar y vestir a la población alejándose del capitalismo.

La proclama de Garzón de Haz que tu ropa sea parte de la solución contra el cambio climático, constituye una de esas tontunas ecocomunistas que, al final, revelan el totalitarismo dogmático de una izquierda incompatible con el progreso. El vídeo muestra a tres jóvenes contando que reciclan en sus respetivos hogares y, posteriormente, enseñan sus armarios y comentan cuánto les costaron determinadas prendas y las veces que se las han puesto. Luego, confrontan esas imágenes hablando de su ropa con fotos de vertederos y los propios jóvenes salen diciendo frases como «no tiene sentido seguir matando el planeta y contribuir en la contaminación si sabemos que podemos pararlo».

A nadie se le oculta que la cruzada del Ministerio de Consumo contra la industria de la moda rápida tiene como objetivo cuestionar a los máximos representantes del sector, entre ellos Zara-Inditex, la empresa de Amancio Ortega al que la izquierda no pierde ocasión de criticar cada vez que hace alguna de sus generosas donaciones a la sanidad pública española. En definitiva, de la carne a la ropa, pasando por los juguetes, todo le vale al Ministerio de Consumo para hacerle la puñeta a sectores estratégicos. Garzón, el que dijo aquello de que el turismo español no crea valor añadido a la economía, sale ahora reclamando «armarios sostenibles». ¿Cuándo se darán cuenta de que los insostenibles son ellos?