Opinión

Esta es la España real y no la de celofán que nos vende Pedro Sánchez

Primero fue el covid y después Oriol Junqueras. Y entre una cosa y la otra, un Gobierno que ha dejado a la intemperie a miles de pequeñas y medianas empresas. La situación es dramática: las estadísticas sobre concursos de acreedores declarados durante el último trimestre de este año reflejan un aumento del 30% en relación al año pasado. No por casualidad el brutal incremento se produce cuando el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido poner fin a la moratoria que estaba en vigor a causa de la pandemia. Según el Colegio de Registradores, el número de empresarios en situación desesperada se ha incrementado más de un 80% en el último año, lo que demuestra el grado de dificultad extrema que soportan las pymes españolas, olvidadas por un Ejecutivo que, además, les ha incrementado los costes.

Un dato aterrador: el martes se publicaron en el Boletín Oficial del Estado 311 concursos de acreedores, la mayor cifra notificada en un solo día desde que hay registros. Ni siquiera durante los peores años de la pasada crisis económica y financiera, entre 2008 y 2013, se notificó en un solo día tal cantidad de concursos. No sólo son empresas (restaurantes, pequeñas industrias, inmobiliarias), sino que también hay decenas de personas físicas. El alza de los precios y la subida de los tipos de interés han acabado con la escasa resistencia que les quedaba. Insistimos, no sólo son sociedades que no pueden mantener la actividad, sino familias que no pueden hacer frente a sus deudas. Estamos ante un termómetro, el de los concursos de acreedores, que no suele ocupar grandes titulares, pero que sirve para medir la realidad económica de España. Y lo que revela es que la situación se agrava ante la incapacidad de un Gobierno que se dedica, de cuando en cuando, a poner parches y a sacar pecho. Esta es la España real y no la de celofán que nos vende Pedro Sánchez