Anden ellos calientes, ahora se ríen de la gente

Viene al pelo la adaptación del refranero, porque ha sido tocar moqueta y ganar buenos sueldos para olvidarse de la «pobreza energética», concepto que acuñaron cuando, durante el Gobierno del PP, la luz subió un 4% y la izquierda y sus terminales mediáticas ponían el acento en la tragedia de millones de españoles que no podían poner la calefacción. Podemos fue el más combativo, pero ahora que la luz ha subido más del 40% -no es un error, sino la triste realidad- se han olvidado de la gente. Cómodamente instalados, los dirigentes podemitas ya no insisten en que millones de españoles no pueden hacer frente al recibo de la luz.

Se han quitado del medio y no asistirán a las manifestaciones convocadas este fin de semana en distintos puntos de España contra el tarifazo del Gobierno -el mismo que obliga a los españoles a poner la lavadora y planchar de madrugada si no quieren ver como el recibo se dispara todavía más-. Quién les ha visto y quién les ve: antes encabezaban todas las manifestaciones y ahora se esconden. Sin embargo, Anticapitalistas, la organización de Teresa Rodríguez que compartió proyecto con los morados, sí apoya las concentraciones previstas este sábado en al menos una veintena de ciudades para denunciar la pasividad del Ejecutivo. Todavía resuenan las palabras de Pablo Iglesias cuando, durante el Gobierno de Rajoy, la luz subió diez veces menos que ahora: «Es una vergüenza que el Gobierno no intervenga  porque esto hace mucho daño a los ciudadanos de nuestro país, a gente que padece pobreza energética pero también a trabajadores, a estudiantes, a jubilados, a parados, a autónomos y a pequeños empresarios».

No es sólo hipocresía, es mucho más que eso: desde la comodidad que les otorgan sus generosos sueldos públicos, viven a lomos de la indecencia. Anden ellos calientes, ahora se ríen de la gente. Pero la gente, señoritos de Podemos, toma nota. Vaya que si toma nota.