Un anciano en la calle

Un anciano en la calle

Saturado de política voy a escribir una historia de la vida. Una historia de Twitter, de las que no son noticia en los medios de comunicación habitualmente. Se conocen muchas en las redes sociales. Esos ancianos que llevan meses durmiendo en un coche a la espera de una vivienda social porque con sus 600 euros de pensión no pueden alquilar; esa madre con dos hijos desahuciada; o ese anciano que aparece en un mercadillo de un pueblo de Cataluña de madrugada y nadie se hace cargo de él.

Esto ocurrió hace pocas noches en el mercadillo central de Badalona y se ha convertido en un hilo de Twitter. Es la circunstancia de una persona de la que hoy desconozco edad, nombre, y vicisitudes de su vida, que aparece por allí una noche de frio, con una chaqueta fina y una manta. Uno de los comerciantes y otra persona lo atienden, arropan, dan comida y bebida caliente y una bolsa con otros alimentos y pertenencias. Llaman al 112 explicando la situación del anciano, quien dice que su hija le hizo firmar algo y lo echó de su casa. El 112 avisa a Policía Local de Badalona, ayuntamiento en manos del PSC (el alcalde es Alex Pastor, con el apoyo de Guanyem Badalona, En Comú-ERC, Badalona En Comú Podem y JxCat),  aunque el más votado fue Xavier García Albiol (PP), y la Policía Local no cumple, en esta actuación, con los estándares mínimos de policía de un ayuntamiento democrático en una sociedad occidental como la nuestra.

Esta primera noche la Policía Local habla por teléfono con los requirentes y dice que no pueden hacer nada, que no tienen patrulla que enviar y que ya toman nota de que un anciano anda solo de noche por esa zona. Que no tengan coches es un problema de organización corporativa; posiblemente estén la mayoría trabajando de mañanas y tardes para mayor gloria de los actos de políticos donde hacen de adorno. Algo que ocurre exactamente igual en la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos. Malas prácticas profesionales idénticas. Si no tiene coche que enviar, el responsable de la Policía Local debe gestionar la situación pidiendo ayuda a los Mossos, servicios de emergencia o sanitarios para que acudan a ver en qué situación está el anciano. Todas las policías van degenerando, se van pudriendo, con el paso del tiempo. 

La siguiente noche, el pasado domingo, el anciano volvió a la zona. Nuevamente alguno de los vendedores ambulantes y otras personas volvieron a arroparle, le dieron comida y bebida caliente y llamaron de nuevo a la Policía Local quien dijo que no podían hacer nada. Una patrulla que pasaba por la zona fue requerida insistentemente por uno de los trabajadores para que se interesara por la situación del anciano. Hablaron con él y le dijeron el sitio donde podía ir a tener cobijo. Otra deficiente actuación policial. Desconozco la distancia a la que está el centro al que lo enviaron, pero siendo de madrugada deberían haberlo llevado. Además del mal funcionamiento de los servicios policiales que no responden a las necesidades de la ciudadanía, podemos estar ante un caso de los conocidos como policías “Harrelson”, que son esos policías locales, nacionales o de cualquier otro Cuerpo, que acomplejados y contaminados por series americanas creen más importante participar en un atraco a tiros que ayudar a un anciano perdido. Nada hay más importante en la labor de un policía que la faceta humanitaria. Por desgracia, hay muchos políticos que quieren policías “Harrelson” y no servidores de la ciudadanía.

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