Opinión

La amigota Begoña y sus favores

En 2020 el Gobierno de Pedro Sánchez rescató Air Europa concediéndoles 475 millones de euros. Un millón de euros es una fortuna para ti y para mí, pero representa apenas el 0,2% del dinero recibido por Javier Hidalgo, CEO de Globalia, dueños de Air Europa. Una pequeñísima «compensación» para un favor tan grande.

El diccionario de Cambridge define el vocablo inglés crony como un amigo o una persona que trabaja para alguien con autoridad, especialmente alguien que está dispuesto a dar y recibir ayuda deshonesta; y ofrece como traducción compinche o amigote. En economía, llamamos crony capitalism a eso tan contrario al libre mercado como es el capitalismo clientelista, de compadreo o de «amigotes», vinculado a sectores empresariales íntimamente relacionados con gobiernos que pueden beneficiar a unos emprendedores frente a otros, otorgando licencias, concediendo subvenciones o agraciando con determinados beneficios fiscales.

El capitalismo de libre mercado se ve corrompido entonces por las relaciones de amistad o familiares que existen entre los políticos y algunos empresarios, en prejuicio tanto de los consumidores y usuarios como de las empresas de la competencia e incluso del conjunto de los ciudadanos. Derechos de extracción de recursos naturales, empresas energéticas, armas y defensa, obras públicas, bancos, transportes, telecomunicaciones… son los sectores comúnmente implicados en este capitalismo de amigotes, por ser los que más claramente han dependido siempre de gobiernos y políticos. Los enemigos de la libertad suelen echar pestes del modelo capitalista por causa de los males causados por este crony capitalismo que en realidad es puro intervencionismo socialista contrario al libre mercado.

Begoña Gómez y Javier Hidalgo se hicieron amigotes en septiembre de 2019, durante la XXIII Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), celebrada en San Petersburgo (Rusia). La mujer de Sánchez asistió como directora del África Center del Instituto de Empresa; Javier Hidalgo estuvo presente como CEO de Globalia, la única empresa española invitada por la OMT; y a Víctor de Aldama lo llevó el Ministerio de Transportes, dirigido entonces por Ábalos. La noche del 11 de septiembre de 2019 el trío Gómez, Hidalgo y Aldama mantuvo una reunión privada en el hotel donde se alojaban todos ellos. Begoña Gómez pidió a sus escoltas que se retiraran para «hablar con tranquilidad», y la conversación fue «muy cercana». Unas horas después de esta reunión Hidalgo contrató a Aldama. Unas semanas más tarde, Globalia comenzó a financiar el IE África Center. Y unos meses después el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el rescate de Air Europa.

Hay que reconocer que todo esto solo son indicios que no prueban la corrupción crony capitalista de amigotes por la que hoy he empezado. Pero estos días OKDIARIO está publicando dos magníficas entrevistas realizadas en exclusiva a Ábalos y a Koldo antes de que entraran en prisión. Koldo García le ha contado a Eduardo Inda lo siguiente: «Javier Hidalgo dijo delante de mí que había que compensar con un millón a Begoña por el rescate de Air Europa». Y añade: «Les he oído hablar en varias ocasiones (a Javier Hidalgo con Begoña Gómez) y hablaba con ella como una persona muy, muy, muy cercana. Era un trato muy, muy, muy cercano». Por su parte, Ábalos, como ministro de Transportes cuando se produjo el rescate, ha confirmado a OKDIARIO que «Javier Hidalgo recurrió a quien hizo falta, me dijo que Begoña Gómez gestionó la ayuda a Air Europa». Dos testigos directos que convierten las sospechas en certezas y los indicios en pruebas.

Si se confirma que, como dice el testigo, Javier Hidalgo pagó un millón de euros a la mujer de Pedro Sánchez por el rescate de Air Europa, el presidente del Gobierno tendrá que pagar penalmente por ello. Pero incluso si esta sospecha no puede demostrarse judicialmente y puesto que ya está probada la financiación recibida por Begoña Gómez a través de Globalia cuando estaba en el IE África Center, no queda ninguna duda de que estamos ante un claro ejemplo de capitalismo de amigotes que perjudicó a la competencia, a los clientes y a la sociedad que, con sus impuestos, es la que paga estos favores. Los favores que Pedro Sánchez le hizo a los amigotes de su mujer acabarán sentándolos a todos en el banquillo.