Opinión

Almeida, solvencia en la gestión y antídoto contra el socialcomunismo

Acierta el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, cuando asegura a OKDIARIO que «cada voto al PP es un voto para desalojar a Pedro Sánchez». Porque más allá de la importancia que tienen las elecciones municipales del domingo, al ser los Ayuntamiento la administración más próxima al ciudadano, estos comicios tienen una importancia que trasciende con mucho al ámbito local, pues no en vano los comicios municipales son -en sentido figurado- la primera urna con dimensión nacional que se abre a los españoles desde las elecciones generales de 2019. Su importancia, pues, va más allá del resultado local y, más que nunca, suponen un plebiscito sobre la gestión del Gobierno socialcomunista.

Si algo ha caracterizado la gestión de Almeida ha sido su acreditada solvencia en la gestión de los problemas de la capital de España y su probada capacidad para conducirse, con mano firme, por los caminos de la moderación. Firmeza y templanza no son conceptos antitéticos, como ha demostrado el alcalde de Madrid. Frente a la radicalidad compulsiva de una izquierda cada vez más reaccionaria, Almeida es una garantía de estabilidad que, ante el fin del ciclo sanchista, se hace absolutamente necesaria. Hombre afable y cercano, Almeida es la expresión política de lo que necesita Madrid: continuidad para lograr que la capital de España se reafirme como una ciudad abierta y proyectada al futuro, compitiendo de tú a tú con las principales capitales del mundo. Al mismo tiempo, Almeida es uno de esos dirigentes antídotos del sanchismo que han apuntalado la imagen de un PP que ha sabido reconducirse tras un pasado convulso. Su tándem con Ayuso es una baza política de enorme utilidad para los populares ahora que, tras las elecciones del domingo, encaramos la recta final de una legislatura que, de la mano del socialcomunismo, ha sido aciaga para España y los españoles. Ahora, más que nunca, figuras como Almeida son absolutamente necesarias