600.000 euros para ‘los 40’ de Prisa

Resulta pasmosa la generosidad con la que algunos dirigentes públicos reparten el dinero de los demás. Hemos conocido a través de OKBALEARES que el Govern que preside la socialista Francina Armengol ha decidido dedicar cerca de 580.00 euros, procedentes de la ecotasa obligatoria en esas Islas, a patrocinar los 40 Music Awards de la cadena del Grupo Prisa.

Como muestra, un botón. Como si sobrara el dinero público para esas bagatelas. ¿Qué pensarán los contribuyentes de aquella comunidad? Nada tiene de extraño que hasta los socios de ese Govern hayan puesto el grito en la cifra denunciando tamaño despropósito. ¿No hay en Baleares, en los tiempos que sufrimos, otros asuntos más perentorios a los que dedicar la nada desdeñable cantidad? Curiosamente, los tomantes es un grupo de comunicación que está en almoneda, aún estuvo en quiebra, y hubiera sustanciado tal condición si un gobierno del PP no hubiera acudido en su socorro en aquella ocasión Juan Luis Cebrián, cogidito de la mano de Sáenz de Santamaría.

Resulta irónico, asimismo, que un grupo de comunicación que pone el acento muy suyo -es decir, de forma sectaria-, en denunciar el abuso en la utilización del dinero público para fines espurios que, al final, no deja de ser corrupción bajo el epígrafe de malversación de caudales públicos.

En este caso, una golondrina sí hace verano. Son muchas golondrinas comiendo opíparamente. Tengo noticias similares en otros territorios. Al amigo, plata, al enemigo, plomo y al indiferente la legislación vigente. Hubiera tomado una posición crítica también si los “agraciados” fueran otras cadenas de signo político distinto al que actualmente dirige aquella bella comunidad isleña. Aunque eso no suele ocurrir desde que Armengol gobierna con quien gobierna. Un síntoma de que la democracia tiene todavía mucho por caminar.

En unas circunstancias económicamente críticas para el conjunto de España resulta insultante este tipo de procederes. El dinero público sí tiene dueño. No son otros que los contribuyentes a los que la Agencia Tributaria (desde luego, el organismo que mejor funciona en el país) atosiga, cerca y saca el dinero legalmente, por supuesto. Lo cual no quiera decir que sea justo.