¿Qué pasaría si las playas españolas más famosas se inundaran de basura textil?
Ecodicta lanza una impactante campaña bautizada #CleanBeachesForAll para concienciar sobre los residuos textiles
Imagina la Barceloneta, la playa de las Catedrales, la Concha o Gulpiyuri, en Asturias, convertidas en vertederos de ropa usada, basura textil que, al igual que sucede en las costas de Ghana o en el desierto de Atacama en Chile, contaminan el medioambiente.
Es el ejercicio que propone Ecodicta a través de una impactante campaña de concienciación en la que se simula cómo aparecen las arenas de estas playas llenas de camisetas, pantalones, zapatillas y otros complementos textiles.
Raúl González, CEO de esta compañía, ha compartido en sus redes sociales las imágenes dando un toque de atención social y ambiental, expresando su preocupación por el triste fenómeno de la contaminación textil en el planeta.
Basura textil
González posteaba la siguiente reflexión: «Ahora que es verano, ¿te imaginas paseando por nuestras famosas playas rodeado de basura textil? Que vayas a pedir un espeto, y te encuentres dentro un botón de plástico, o que en la caña te encuentres restos de una chaqueta podrida».
Con la campaña en RRSS, que se comparte con el hashtag #CleanBeachesForAll, se quiere visibilizar desde la compañía la problemática en torno al residuo textil en la que piden imaginar «cómo serían nuestras playas si sucediera lo mismo que en Ghana».
Ghana, un país del oeste de África, se ha convertido en un vertedero de la moda rápida debido a la importación masiva de ropa de segunda mano. Cada semana, el país importa alrededor de 15 millones de artículos de ropa usada, convirtiéndose en el mayor sumidero mundial de este tipo de prendas.
Contaminación de ríos y playas
Sin embargo, el problema de Ghana como vertedero de la moda rápida va más allá de la calidad de las prendas. La importación masiva de millones de prendas semanalmente ha llevado al aumento de la contaminación del agua de sus ríos y playas en el país.
Según la organización sin ánimo de lucro, The Or Foundation, aproximadamente el 40 % de los millones de artículos que pasan cada semana por el mercado de Kantamanto, en Acra, capital de Ghana, el mayor mercado de ropa de segunda mano del país en el África Occidental, salen de él como residuos, acabando en el vertedero.
Es el punto neurálgico de la segunda mano en el continente africano —y prácticamente a nivel mundial, un enorme mercado que se nutre de la ropa descartada en Occidente y que se envía a terceros países como Ghana o Chile… y el problema es que cada vez llegan más prendas en mal estado, sin posibilidad de revenderlas.
Ropa del primer mundo
Toda esta ropa usada procedente de Europa, Estados Unidos o Australia se descargan en la capital ghanesa, es comprada por los comerciantes locales que seleccionan lo que se puede vender y descartan lo que está sucio o en malas condiciones.
Una situación que daña el medioambiente, convirtiendo a Ghana y muchas playas del golfo de Guinea en un auténtico vertedero de los países más ricos que sucumben al fenómeno fast fashion.
Industria de la moda
Desde The Or Foundation se alerta que «la industria de la moda mundial produce más de 100.000 millones de prendas, aunque se desconoce el número exacto porque las marcas no revelan los volúmenes de producción».
«Las estimaciones sugieren que actualmente hay suficiente ropa en circulación para satisfacer las necesidades de las próximas seis generaciones, y, sin embargo, la moda rápida, un modelo de negocio definido por los volúmenes sobre el valor, continúa abasteciendo al mundo con un exceso de ropa», señala la entidad.
Desastre ambiental
Las fotos difundidas por Ecodicta muestran el paisaje que nos podríamos encontrar en estas playas españolas para dar un toque de atención a consumidores. Los montajes muestran ropa amontonada casi cuidadosamente colocada para que identifiquemos las prendas.
Sin embargo, las imágenes reales de esta basura textil que se pueden ver en las playas de Acra muestran un verdadero desastre, una mezcla casi imposible de digerir en la que se entrelazan telas y agua de mar.
El CEO de Ecodicta reflexiona sobre este fenómeno al hilo de su campaña expresando que «al final la libertad de uno termina cuando empieza la del otro, y cuando contaminamos masivamente limitamos la libertad de otras personas y el derecho a un medioambiente sano. Y tener el armario de ropa barata que casi ni usamos, no es un derecho».
Fenómeno fast fashion
Un fenómeno que Raúl González califica como «algo nuevo, ya que antes la gente no se moría por no consumir fast fashion. A partir del 2000, es cuando ha habido una explosión de fabricación, y fabricamos tanta ropa que el mercado está inundando».
El CEO apunta que la clave recae en la decisión de compra de cada uno de nosotros, «comprando menos, de calidad, lo que necesitamos y vayamos a usar, y que tenga durabilidad».
Ecodicta es una plataforma de fashion sharing y moda circular que, por un lado, permite a las marcas implementar de forma ágil modelos como la segunda mano y el alquiler, y por otra, consigue que las clientas tengan acceso a la mejor moda sostenible de segunda mano y alquiler para eventos.
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