Energía solar espacial

No es ciencia ficción: la energía solar espacial será pronto una realidad

Europa quiere alcanzar la neutralidad climática en el año 2050

La energía solar espacial podría reducir en un 80% la necesidad de renovables terrestres

Los paneles solares espaciales también contribuirían a rebajar los costes

He visto cosas que no creerías: grandes paneles de energía solar orbitando entre la Tierra y el Sol que nos envían continuamente electricidad. Ya sabemos que esto no es exactamente lo que dijo Roy Batty en Blade Runner, pero lo cierto es que también estamos hablando de algo que parece ciencia ficción… pero que, como los androides, está cada vez más cerca de ser realidad.

Y es que la energía solar espacial (SBSP, por sus siglas en inglés) podría convertirse pronto en una alternativa para impulsar la descarbonización, ayudándonos así a superar el retraso en la transición energética causado por diferentes problemas, como la intermitencia de las renovables o la necesidad de reforzar las redes eléctricas y las tecnologías de almacenamiento.

Todo ello en un escenario en el que cada vez son más patentes las peores consecuencias del cambio climático, sobre todo en forma de fenómenos extremos, como sequías, olas de calor, inundaciones y tormentas de gran intensidad que ponen a prueba nuestras infraestructuras, nuestra salud y hasta la economía.

Neutralidad climática

El planeta nos está enviando señales claras de que el tiempo se agota, y la energía se ha convertido en el eje de este desafío urgente. Cuestión de la que es bien consciente la UE, que por ello se ha propuesto como objetivo alcanzar la neutralidad climática en el año 2050.

Dicho concepto implica lograr un equilibrio entre las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la actividad humana y su absorción, papel en el que son esenciales las fuentes energéticas libres de emisiones, como la fotovoltaica y la eólica.

El problema es que el viejo continente se enfrenta a multitud de barreras para conseguirlo. Cada país avanza a ritmos diferentes, con intereses, recursos y estrategias que no siempre encajan entre sí. Mientras unos impulsan las renovables con decisión, otros siguen siendo altamente dependientes del gas y del carbón para garantizar su seguridad energética. A todo ello se suma la necesidad de inversiones millonarias en redes y almacenamiento.

Satélites

En este contexto, explorar soluciones disruptivas como la energía solar espacial podría marcar la diferencia. Segun plantean los prototipos más prometedores, el funcionamiento de estos paneles solares sería muy similar al de los satélites de comunicaciones —que ya suelen estar equipados con paneles solares—.

Mientras estuvieran órbita, los paneles se orientarían para captar de forma óptima los rayos solares. La energía así recogida sería enviada a estaciones receptoras terrestres en forma de microondas, que posteriormente serían convertidas en electricidad.

Estación de energía solar orbitando la Tierra para producir electricidad limpia. Generado por IA.

Estudio científico

Según un estudio publicado en la revista científica Joule, y dirigido por el King’s College de Londres, la instalación de paneles solares en el espacio permitirá en pocos años reducir en un 80% la necesidad de energía eólica y solar terrestre en Europa, al mismo tiempo que hará más sencillo alcanzar la ansiada meta de la neutralidad climática para mediados de siglo.

Otra de las ventajas de este sistema es que también disminuye las necesidades de baterías en más de un 70% y, además, podría reducir los costes totales del sistema eléctrico en el continente europeo entre un 7% y un 15%.

Dos diseños

El estudio analiza dos diseños de la NASA. El primero es un sistema llamado enjambre innovador de heliostatos, que está todavía en sus primeras fases de desarrollo pero que es especialmente prometedor, al posibilitar la captura de energía solar de forma continuada.

El segundo, llamado matriz planar madura, es menos sofisticado pero está más cerca de hacerse realidad. El problema es que únicamente puede capturar energía solar el 60% del tiempo, si bien es cierto que se trata de un gran avance en comparación con los paneles solares terrestres, cuya eficiencia se sitúa entre el 15%  y el 30%.

Como conclusión, los científicos recomiendan seguir una estrategia de desarrollo coordinada que combine y aproveche ambas tecnologías para lograr un mejor rendimiento.

Dificultades

A luz del citado estudio, parece claro que la energía solar espacial es, ciertamente, prometedora, pero no está exenta de dificultades. Por ejemplo, para que sea rentable, los costos del diseño de heliostatos deberían caer hasta 14 veces respecto al coste estimado para los paneles terrestres en 2050. En el caso del diseño planar, bastaría con reducir 9 veces dicho costo.

Por otro lado, serían necesarios diversos avances tecnológicos para el despliegue de la energía solar espacial, que requiere el impulso de las transmisiones inalámbricas, así como nuevos desarrollos para que estos dispositivos puedan ensamblarse de forma robótica mientras están en órbita. También habría que analizar los posibles riesgos, como la generación de desechos orbitales y la degradación del sistema a largo plazo.

Aun así, la dirección parece clara: la ciencia ficción se está convirtiendo en ingeniería. Los primeros experimentos ya orbitan la Tierra, probando la transmisión inalámbrica de energía y el ensamblaje autónomo en el espacio. Si la humanidad logra superar los desafíos técnicos y financieros, podríamos estar ante una nueva revolución tecnológica, pero esta vez al servicio de un planeta más limpio.