Naturaleza
Especie invasora

Se te puede colar en el salón de casa, pero es una especie invasora en España que podría convertirse en plaga

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En España hay cerca de 200 especies invasoras. Varían en todo: en el tamaño, en la forma, en cómo llegaron. Por eso hay desde peces diminutos, pájaros que parecen sacados de un cuento, plantas que crecen sin control y acaban tapándolo todo… y mamíferos que, aunque se mueven en silencio, dejan su rastro.

Ese es el caso de uno que casi nunca se menciona. Sale en películas, lo tenemos asociado a selvas lejanas o cuevas tropicales, pero la realidad es que vive en Canarias y ha causado bastantes problemas. De hecho, es uno de los responsables directos del desplazamiento de especies autóctonas.

Este es el animal invasor que se esconde en cuevas y amenaza especies autóctonas en Canarias

Se trata del murciélago egipcio de la fruta, o Rousettus aegyptiacus, una especie invasora que ha logrado establecerse con éxito en Tenerife y que plantea varios riesgos para la fauna local.

En el año 2000 se detectó por primera vez una población asilvestrada de este murciélago en Tenerife. Todo apunta a que su presencia se debe al escape de ejemplares mantenidos en cautividad, probablemente procedentes de zoológicos o colecciones privadas. Llegó a reproducirse en libertad y expandirse por el norte y sur de la isla en apenas unos años.

A simple vista, puede parecer un animal simpático. Tiene la cara similar a la de un zorro, ojos grandes, alas amplias y un tamaño considerable: puede pesar hasta 140 gramos. Pero su apariencia no debe despistar.

Este murciélago frugívoro compite por alimento con especies nativas, consume frutas silvestres y cultivadas, y utiliza como refugio cuevas que también son ocupadas por murciélagos endémicos, algunos en serio peligro de extinción.

Entre las especies potencialmente afectadas están el Plecotus teneriffae, Barbastella barbastellus guanchae o el Pipistrellus maderensis. Todas ellas se encuentran en una situación delicada.

Por qué este murciélago invasor preocupa en Canarias

Las consecuencias de su presencia van más allá de la fauna. Este murciélago puede afectar cultivos de frutas, como ha ocurrido ya en países con climas similares. En Israel, por ejemplo, se le considera plaga por los daños en cosechas de higos, uvas o caquis.

En Sudáfrica también ha causado pérdidas económicas en explotaciones frutales. Si se llegara a consolidar en otras zonas de España, el impacto podría ser difícil de frenar.

Hay además una preocupación añadida: su papel como posible vector de enfermedades. Se sabe que algunas especies de megaquirópteros africanos pueden portar virus graves como el Ébola o Marburg. Incluso hay registros de individuos en cautividad en Europa infectados con virus de la rabia.

En Canarias, se intentó controlar su expansión. En 2002 se llevó a cabo una campaña en la que se capturaron decenas de ejemplares, tanto adultos como crías. Durante los siguientes años, su presencia fue disminuyendo, hasta el punto de considerarse prácticamente extinguida.

Sin embargo, los expertos insisten en que no hay que bajar la guardia. Su capacidad para aclimatarse a ambientes mediterráneos, junto con su facilidad de reproducción y vuelo de largo alcance, lo convierten en un candidato perfecto para volver a colonizar si se dan las condiciones.

El gran reto es evitar nuevos escapes o introducciones. Porque si algo ha quedado claro en esta historia es que, cuando una especie exótica encuentra hueco en un ecosistema que no la espera, no se limita a convivir.