Prueba del nuevo Toyota Prius 2016

Cuando se nos habla de un vehículo híbrido, inmediatamente pensamos en el Toyota Prius, ¿verdad? Es lo que tiene llevar desde el año 1997 dando guerra. Eso sí, lo que hoy tenemos entre manos poco o nada tiene que ver con aquella primera versión. Hoy os contamos lo que da de sí la cuarta generación, que pretende convertirse en un vehículo de aire más ‘premium’ con una serie de argumentos que no dejarán a nadie indiferente. Son los siguientes.

Diseño

El nuevo Toyota Prius es un coche arriesgado y perfectamente reconocible según lo ves. Los rasgos afilados y modernos son una constante a lo largo y ancho de su carrocería, que además ha sido sometida a un intenso estudio aerodinámico que nos deja un coeficiente de penetración de 0,24. Brillante.

El frontal destaca por unas líneas dinámicas donde los faros LED en forma de C tienen gran protagonismo. Se observa también una leve protuberancia donde se integran los intermitentes que aporta músculo al conjunto. También lo hacen las dos líneas que recorren el capó en forma de V, mientras que en el centro del morro el logotipo de Toyota tiene tonos azules, como corresponde a un vehículo híbrido de la marca. Justo debajo aparecen dos tomas de aire activas, es decir, que disponen de dos rejillas que se abren o cierran en función de las necesidades. En los laterales de éstas aparecen otras ópticas, donde tenemos las luces diurnas y las antinieblas.

En cuanto a la vista lateral, solamente con observarla nos damos cuenta del trabajo aerodinámico que lleva encima el nuevo Toyota Prius. El coche va elevándose desde su frontal hasta la zaga con el objetivo de atravesar de la forma más eficiente el aire. Cuenta además con toques deportivos como el alerón integrado que se aprecia ya desde éste ángulo. Éste se sitúa en una zaga que varía considerablemente respecto a la del anterior Toyota Prius. Las ópticas son tanto o más agresivas que las de la zona delantera, mientras que el mencionado alerón divide además la luna trasera en dos mitades.

Interior

El interior del nuevo Toyota Prius presenta muchas luces y alguna que otra sombra -lo del freno de estacionamiento en el pie está algo anticuado-. Entre las primeras nos encontramos principalmente el confort que ofrece. Sea cual sea la plaza en la que viajes, tanto delante como detrás, no echarás en falta espacio. Además, desde la zona delantera enseguida nos damos cuenta de que estamos ante un vehículo donde la tecnología y los detalles vanguardistas tienen un gran protagonismo.

Lo primero que salta a la vista es que el cuadro de mandos se sitúa en la parte alta del salpicadero, en posición central. Éste está formado por dos pantallas contiguas TFT de 4,2 pulgadas cada una, y en él se nos muestran informaciones relevantes como la velocidad, el consumo, la autonomía, el funcionamiento del sistema híbrido, la posición de la transmisión… Además, la parte izquierda de la pantalla permite modificar su configuración a nuestro gusto. Sin duda, una solución original que da personalidad al vehículo.

Bajo estas pantallas nos encontramos una consola central donde la pantalla táctil multifunción Toyota Touch 2 & Go toma todo el protagonismo. Es idéntica a la del Toyota Auris Hybrid que probamos hace unas semanas, con lo que todo lo que te dijimos entonces vale ahora. Intuitiva, organizada y de fácil manejo. Eso sí, me vuelvo a reafirmar en que prefiero que no todos los controles dependan de un dispositivo táctil, los botones de toda la vida, a veces, son más útiles.

Por esta zona también encontramos la palanca con la que manejaremos la transmisión. Es una solución práctica porque su manipulación resulta muy accesible, pero estéticamente me parece que rompe un poco con el conjunto. Lo mismo sucede con los detalles en color blanco de la unidad de pruebas que hemos tenido, presentes en esta zona y en el volante. Son de plástico duro y excesivamente llamativos, lo que le resta elegancia al conjunto.

Detalles estéticos aparte, conviene también comentar lo que ofrecen los asientos delanteros. Ya os avisábamos al comienzo de este apartado que el nuevo Prius es muy cómodo. A ello contribuyen estas dos banquetas, que ofrecen calefacción y regulación eléctrica. También destacan en lo que a sujeción se refiere, permitiéndonos completar multitud de kilómetros sin mayor problema. Eso sí, debemos acostumbrarnos a la vista que ofrece el retrovisor interior, ya que el alerón trasero que divide la luna en dos hace que la imagen que captemos no tiene toda la visibilidad que podría.

En cuanto al maletero, el nuevo Toyota Prius solamente merece elogios, pues ofrece 502 litros de capacidad con unas formas muy cuadriculadas, lo que facilita el transporte de prácticamente todo lo que se nos ocurra. Además, dispone de múltiples ganchos con los que sujetar la carga y la opción de abatir los asientos traseros, elevando los litros a 1.633.

Motor y consumos

El punto estrella del nuevo Toyota Prius vuelve a ser una vez más su motor. Estamos ante un híbrido que aporta en total 122 CV de potencia, los cuales dan lo mejor de sí en ciudad. Es ahí donde la parte térmica y la parte eléctrica trabajan en consonancia para ofrecer una relación entre consumo y prestaciones como pocas en el mercado.

A pesar de que podamos activar un modo 100% eléctrico durante algunos kilómetros, lo mejor es dejar que el Prius trabaje a su aire. Eso sí, para sacarle el máximo partido al conglomerado mecánico de la berlina japonesa hay que conducirlo como se debe. Es decir, con mucha suavidad. Solamente así nos beneficiaremos totalmente de las capacidades del vehículo, que son muchas.

Como sucede con otros híbridos del mercado, cuando el nuevo Toyota Prius sale a carretera abierta puede que se le eche en falta algo de fuerza. Sin embargo, acostumbrarse a ello no nos supondrá más trabajo que el que demanda cualquier coche convencional con pocos CV. Eso sí, la marca japonesa ha hecho un buen trabajo de insonorización con el habitáculo, pues el ruido del motor -no muy agradable cuando se va a tope- no se cuela tanto como en otros modelos de la misma cuando demandamos la máxima potencia.

Al igual que en otros híbridos de Toyota, con el nuevo Prius se vuelve a apostar por un cambio CVT de variador continuo, del que solamente podremos seleccionar en el caso de que lo queramos así la posición ‘B’ de la palanca, con la que notaremos como el motor retiene bastante más que en ‘D’. El funcionamiento de esta transmisión es bastante correcto, sin mucho más que destacar.

Si nos fijamos en los consumos, no podemos hacer más que aplaudir a Toyota. Durante la semana de pruebas que pudimos compartir con el nuevo Prius, el ordenador de a bordo marcó 4,5 l/100 km, y os prometo que hice recorridos de todo tipo. Además, me atrevo a decir que personalmente me faltó por aprender a sacar el máximo partido a la mecánica, con lo que doy por sentado que esta cifra se puede bajar incluso más allá de la barrera de los 4 litros sin excesivas dificultades.

Comportamiento

El comportamiento dinámico del Toyota Prius está pensado por y para el confort. En ningún momento la marca japonesa ha buscado ofrecer un vehículo con el más mínimo tinte deportivo, a pesar de que tenga un modo de conducción que parezca que incite a ello. Y ojo, que esto no es ninguna crítica, más bien todo lo contrario. Si te compras un Prius, sabes lo que hay. Comodidad y un rendimiento óptimo, especialmente en ciudad.

De esta manera, el Prius es capaz de enfrentarse a todas las dificultades que nos podemos encontrar en nuestro día a día con bastante soltura. Nuestra espalda no se quejará cuando tengamos que pasar por encima de resaltos o badenes en las ciudades. Eso sí, cuando afrontemos una carretera virada no conviene ir más rápido de la cuenta porque notaremos el típico ‘comportamiento barca’ de los coches orientados al confort. Y ojo, porque si eso se da, será culpa tuya, no del coche.

Donde Toyota ha vuelto a demostrar todo su buen hacer, como ya os comentamos en el Auris Hybrid, es en el freno. En su tacto, más bien. Los primeros híbridos de la marca japonesa tenían un pedal cuyo tacto era muy extraño. En un primer momento, cuando actuaba el regenerador de energía, notábamos algo parecido a pisar dos planchas de metal una contra otra, con lo que la sensibilidad quedaba bastante en entredicho. Cuando empezaba a actuar el freno de toda la vida el cambio del tacto era demasiado acusado. Personalmente he vivido alguna situación de esas que recordamos como un ‘uy, uy, uy’ con este tipo de frenos. Por suerte, nada de eso sucede ya. La transición del pedal del freno en todas sus fases es totalmente homogénea, mientras que su tacto apenas difiere del de un sistema convencional. Frenar el Prius es ahora tan cómodo como seguro.

Equipamiento

Toyota ha simplificado al máximo el proceso de compra del nuevo Prius. Solamente tendremos que preocuparnos por elegir el color de la carrocería y si queremos disfrutar de unos asientos de cuero. El resto de los elementos del único acabado existente son de serie.

De esta manera contaremos de serie con el paquete Toyota Safety Sense, que incluye aviso de cambio involuntario de carril con asistencia a la dirección, reconocimiento de señales de tráfico, sistema de seguridad precolisión con detección de peatones, detector de fatiga, control de crucero adaptativo y regulador de velocidad, cámara de visión trasera, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asistencia al aparcamiento, navegador, Head-Up Display y carga inalámbrica de teléfono.

También podremos disfrutar de otras comodidades como los asientos con calefacción, los faros delanteros de Bi-LED con encendido y apagado automático, luz diurna también de LED, apertura y arranque sin llaves, llantas de 17 pulgadas en acabado bitono -su diseño es realmente atractivo, por cierto-, equipo de sonido JBL para que los amantes de la buena música la disfruten como deben, toma de 12V tanto en las plazas delanteras como en las traseras, sensor de lluvia con encendido automático de limpiaparabrisas y retrovisores exteriores calefactables y plegables eléctricamente. Como ves, todo un lujo.

Conclusión

Si quieres un híbrido, el Toyota Prius tiene que ser una de tus opciones favoritas. Es cierto que sigo viendo el Auris Hybrid como la opción más equilibrada en este sentido dentro de la oferta de la marca japonesa, pero el Prius ofrece ese extra de espacio tanto en el interior como en el maletero que puede venir de perlas a cualquier familia. Además, el equipamiento de serie que trae es impresionante. Eso sí, éste hace que el precio de partida de la cuarta generación del Prius sea de 29.990 euros -nuestra unidad valía 500 euros más por el color Azul Cobalto de la carrocería-. ¿Hubiese sido una mejor estrategia poner algunos elementos de equipamiento como opcionales? Quizás, pero entonces el vehículo perdería ese aire ‘premium’ que se le quiere dar. Y lo va a necesitar, porque el Hyundai Ioniq, su gran rival, promete guerra de la buena.

Lo mejor

• Motor y consumos
• Equipamiento de serie
• Tacto del freno

Lo peor

• Algunas soluciones de diseño interior.
• Freno de estacionamiento aún en el pie.