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La multa de la DGT que te puede caer si llevas la cinta de la Virgen del Pilar en tu coche

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Muchos conductores tienen la costumbre de colgar objetos en el espejo retrovisor interior del coche, como ambientadores, figuras religiosas, pequeños amuletos, e incluso peluches. Entre todas estas costumbres, en Aragón existe la tradición de llevar la cinta de la Virgen del Pilar en el coche. Sin embargo, la DGT puede imponer una multa de hasta 200 euros cuando estos objetos afectan a la visibilidad del conductor y, por tanto, a la seguridad vial.

El artículo 19 del Reglamento General de Circulación establece lo siguiente: «la superficie acristalada del vehículo debe permitir la visibilidad diáfana del conductor, sobre toda la vía por la que circule, sin interferencias de láminas o adhesivos. Solo se permite circular con láminas adhesivas o cortinillas contra el sol en las ventanillas posteriores cuando el vehículo lleve dos espejos retrovisores exteriores que cumplan las especificaciones técnicas necesarias».

La multa de la DGT por llevar la cinta de la Virgen del Pilar

«La Virgen del Pilar (La Pilarica) es una de las devociones más antiguas y populares con la que viene aclamada en España, y en Latinoamérica. Específicamente, la Virgen es venerada con este nombre desde el inicio, es decir desde el siglo I y más adelante a partir de la construcción del santuario homónimo de Zaragoza, la devoción se extendió a todo el mundo», explica la Casa de Acogida «Virgen del Pilar».

La cinta de la Virgen del Pilar es un símbolo muy popular en Aragón y tiene un significado especial para quienes la llevan como símbolo de protección y buena suerte. El hecho de colgarla en el espejo retrovisor interior del coche es para muchos una costumbre completamente inofensiva que forma parte de la identidad cultural aragonesa. Sin embargo, la normativa de tráfico establece criterios muy claros respecto a la visibilidad del conductor, y cualquier objeto que interfiera con ella puede ser motivo de sanción.

Según el artículo 19 del Reglamento General de Circulación, los conductores deben mantener una visibilidad completa de la vía. Por lo tanto, cualquier objeto colgado en el retrovisor, sea un ambientador, un amuleto o una cinta de la Virgen del Pilar, puede ser considerado un «estorbo». En este caso, los agentes de tráfico tienen la facultad de sancionar a los conductores, ya que se trata de una falta grave. La multa de la DGT asciende a 200 euros, aunque no conlleva pérdida de puntos del carnet.

Para quienes desean mantener la tradición de la cinta de la Virgen del Pilar, existen varias alternativas:

Objetos prohibidos por la normativa

Otro grupo de elementos prohibidos son los objetos sueltos dentro del habitáculo que podrían convertirse en proyectiles en caso de frenazo o accidente. Según el artículo 17 del Reglamento: «Los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos o animales. Al aproximarse a otros usuarios de la vía, deberán adoptar las precauciones necesarias para su seguridad, especialmente cuando se trate de niños, ancianos, invidentes u otras personas manifiestamente impedidas».

«Por efecto de la inercia, cualquier objeto que viaje suelto en un automóvil continúa su marcha hacia delante y multiplica, por efecto de la velocidad, la fuerza con la que golpearía a cualquier ocupante hasta por cuarenta veces su peso a tan solo 50 km/h. Así, un niño de tres años cuyo SRI estuviera mal anclado y viajara en el asiento trasero, en caso de accidente, golpearía al ocupante –o conductor– de los asientos delanteros con la misma fuerza que si se hubiera convertido en una jirafa (a 50 km/h) o en un elefante (90 km/h), en el denominado efecto elefante», alerta la DGT.

Por ejemplo, un ordenador portátil de 2,2 kg, si el vehículo circula a 50 km/h, tendría un efecto equivalente a un jabalí de 85 kg al impactar. A 90 km/h, ese mismo portátil se comportaría como un oso pardo europeo de 275 kg, suficiente para causar lesiones graves. De manera similar, un bolso de señora lleno de 4 kg se convierte a 50 km/h en un avestruz de 158 kg y a 90 km/h en un toro de lidia de 512 kg, demostrando que objetos aparentemente inofensivos pueden ser letales.

Los objetos pequeños también son peligrosos. Una consola infantil de 218 g genera un impacto equivalente a un cisne de 7,8 kg a 50 km/h y a un nandú de 25 kg a 90 km/h. Un teléfono móvil de 110 g podría golpear como un gallo de 3,9 kg a 50 km/h y como un perro cocker spaniel de 12,5 kg a 90 km/h. Incluso un biberón lleno de 405 g impacta como un avutarda de 14,5 kg a 50 km/h y como una oveja de 50 kg a 90 km/h.

Dispositivos electrónicos más grandes, como tablets de 560 g, también representan un riesgo: a 50 km/h, equivalen al peso de un perro collie (23 kg) y a 90 km/h a un perro San Bernardo (75 kg).