Los motores del Focus RS se afinan… ¡a oído!

En los tiempos que corren lo habitual es que la mayoría de los procesos de fabricación en lo que a coches se refiere estén total o parcialmente automatizados. Por eso historias como las de hoy todavía nos ponen la piel de gallina. Procesos donde ninguna máquina puede sustituir al ser humano. Y esto es precisamente lo que sucede con los últimos detalles de la puesta a punto del motor de una de las bestias de Ford, el nuevo Focus RS.

Con el objetivo de que este ‘miura’ de 2,3 litros y 350 CV de lo que se espera de él, operarios con un alto nivel de preparación llevan a cabo pruebas que confirman el perfecto funcionamiento del mismo. Y lo hacen en una fábrica española, la que está situada en la localidad valenciana de Almussafes.

Estos trabajadores utilizan el oído para detectar cualquier anomalía en la mecánica. Aprenden a identificar defectos utilizando una serie de motores “defectuosos” especialmente preparados que destacan el sonido que necesitan detectar. Después de varios meses de supervisión y entrenamiento, los miembros de este equipo están cualificados para llevar a cabo las pruebas intensivas de un minuto de duración en una de las 18 cabinas insonorizadas situadas al final de la línea de montaje.

Si los ingenieros escuchan algún repiqueteo o silbido, sonidos típicamente asociados con problemas como un conducto de lubricación bloqueado o un diente de engranaje dañado, se separa el motor para realizar más comprobaciones y se soluciona el problema. De este modo, la calidad del proceso de fabricación mejora de manera continua.

Este equipo sabe cómo suena un motor perfectamente calibrado, y saben reconocer los pequeños sonidos que deben detectar para identificar un problema”, cuenta Gunnar Herrman, vicepresidente de Calidad de Ford Europa. “Es como un médico que cuenta a su disposición con la tecnología de diagnóstico más avanzada pero sigue utilizando un estetoscopio para recoger signos vitales fundamentales para la salud de un paciente”. Otros vehículos que se benefician de este tipo de revisiones en la fábrica valenciana son el Ford Focus ST, Galaxy, el S-MAX y el Mondeo.

El equipo de ‘escuchadores de motores’ de Ford realiza pruebas a 2.000 motores cada día en la planta de Valencia en una muestra más de que todavía el factor humano tiene mucho que decir cuando de fabricar un vehículo se refiere. Especialmente uno tan emocional como el Focus RS.