Kyburg eRod, la locura eléctrica

Todos tenemos los coches eléctricos como unos vehículos nacidos con el objetivo de no contaminar. Pero ojo, porque también pueden divertirnos, y mucho. El ejemplo más claro es el Kyburg eRod que acabas de ver en el vídeo, una especie de Ariel Atom dotado de un motor de estas características con el que podremos realizar todo tipo de locuras.

Donde más partido sacaremos del Kyburg eRod, aunque eso no va a evitar que lo podamos utilizar en nuestro día a día, ya que está homologado para circular por la calle. Eso sí, antes de esto nos tendremos que decantar por alguna de las tres versiones disponibles, Basic, Fun y Race.

Tanto la variante Basic como la Fun cuentan con un motor de 60 CV, siendo su par máximo de 140 Nm. Esto se traduce en una velocidad máxima de 120 km/h en ambos casos, si bien la batería de ambas variantes es diferente. La primera podrá recorrer entre cargas una distancia que varía entre 55 y 70 kilómetros, mientras que la segunda podrás estirarla entre 100 y 130 kilómetros.

Pero ojo, porque si lo que queremos son emociones de verdad, tenemos que decantarnos obligatoriamente por la versión Race. Estamos hablando de una potencia de 201 CV y de un par máximo de 305 Nm. A pesar de que la velocidad punta que anuncia es de tan solo 140 km/h, la aceleración de esta versión respecto a las otras es, cuanto menos fulgurante. Además se anuncia la presencia de una batería que asegura 220 kilómetros de autonomía en condiciones ideales.

Estéticamente el Kyburg eRod no es un ejemplo de diseño, pero es precisamente éste su encanto. Cuenta con una mínima carrocería que arropa un chasis tubular y el cockpit. El interior dispone de dos asientos deportivos tipo bacquet y un volante de competición, además de una pantalla donde se mostrará toda la información relevante para la conducción. Importante será ponerse al menos unas gafas de sol -recomendamos casco, no obstante- cuando utilicemos este Kyburg eRod, porque ¡no tiene luna delantera!