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Golpe a los conductores con etiqueta B: la DGT activa restricciones en más ciudades

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, el modelo de movilidad urbana ha cambiado drásticamente en muchas ciudades españolas. La implementación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), impulsada por la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, ha marcado un antes y un después en la forma en que los vehículos pueden circular por los núcleos urbanos. Esta normativa obliga a los municipios con más de 50.000 habitantes a establecer áreas restringidas para los vehículos más contaminantes, con el objetivo de reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire.

Las restricciones comenzaron con los vehículos más antiguos y contaminantes (aquellos sin distintivo ambiental), pero ahora la atención se centra en los coches con etiqueta B, lo que ha generado una gran incertidumbre entre miles de conductores. Las ciudades más comprometidas con la sostenibilidad han empezado a limitar su acceso a las ZBE y, en algunos casos, ya han fijado fechas concretas para su exclusión total. Todo apunta a que estos vehículos, que representan una parte importante del parque automovilístico español, están viviendo sus últimos años de «libertad».

El futuro incierto de los coches con etiqueta B

La etiqueta B fue introducida por la Dirección General de Tráfico (DGT) en 2016 como parte de un sistema para clasificar los vehículos según su nivel de emisiones contaminantes. Este distintivo se otorga a los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de enero de 2001 y a los diésel matriculados desde 2006. También la portan los vehículos de transporte colectivo o de mercancías (diésel o gasolina) que se registraron desde ese mismo año.

Aunque en su momento estos coches se consideraban dentro de unos márgenes razonables en cuanto a emisiones, la evolución de la normativa ambiental y las crecientes exigencias de los municipios los ha colocado en una posición cada vez más desfavorable. Las autoridades locales pueden decidir qué etiquetas permiten en sus respectivas Zonas de Bajas Emisiones, y muchas ya han optado por imponer restricciones a los vehículos con etiqueta B.

Zonas de Bajas Emisiones en España

La implantación de las ZBE ha sido un proceso desigual en España. Mientras ciudades como Madrid y Barcelona llevan varios años desarrollando políticas restrictivas dentro de sus perímetros urbanos, otras ciudades han ido adoptando medidas más lentamente o incluso fuera del plazo inicialmente fijado. Aun así, la presión normativa y las posibles sanciones han impulsado a los ayuntamientos a ponerse al día, y cada vez son más las ciudades que cuentan con su propia ZBE operativa.

En 2025, los vehículos sin distintivo ambiental ya tienen totalmente prohibido el acceso a estas zonas en la mayoría de las ciudades. El siguiente paso, lógico según las autoridades, es reducir también la presencia de coches con etiqueta B. Algunas ciudades han dado ya el primer paso, mientras otras han marcado fechas para comenzar con estas limitaciones en los próximos años.

Entre los ejemplos más destacados está Bilbao, que a partir del 15 de junio de 2025 restringirá el acceso a los vehículos con distintivo B en su ZBE. La limitación, de momento, se aplicará entre semana, en horario laboral (de 7:00 a 20:00 horas), aunque se contempla una moratoria para los residentes hasta finales de 2029.

San Sebastián ha anunciado que a partir de enero de 2028, cuando comience la segunda fase de su ZBE, los coches con etiqueta B dejarán de tener permiso de entrada. Eso sí, como en otras ciudades, se espera que haya excepciones puntuales, especialmente para residentes, personas con movilidad reducida o servicios esenciales.

Barcelona, por su parte, continúa siendo la ciudad más estricta del país en cuanto a movilidad urbana. Con una ZBE que abarca más de 95 km², ya ha limitado severamente la circulación de vehículos sin etiqueta. A partir de 2026, también pondrá en marcha restricciones para los coches con etiqueta B, tanto en la ciudad como en algunos municipios colindantes.

Otras ciudades como Málaga, Palma de Mallorca y algunas zonas de Cataluña también han anunciado que en 2027 y 2028 pondrán en marcha medidas para reducir la circulación de estos vehículos. El calendario se va completando poco a poco y apunta a una clara tendencia: la desaparición progresiva de los coches con etiqueta B en las grandes urbes.

La Ley del Cambio Climático no detalla restricciones específicas por tipo de distintivo, sino que deja en manos de los municipios la capacidad de establecer sus propias limitaciones. Lo que sí estipula con claridad es la obligación de crear ZBE en los municipios de más de 50.000 habitantes y en aquellos con más de 20.000 que superen ciertos niveles de contaminación.

Esto significa que el tratamiento que reciba un coche con etiqueta B puede variar notablemente dependiendo del municipio. En algunos lugares, los propietarios todavía podrán circular con limitaciones horarias o si acceden a aparcamientos públicos, como ocurre actualmente en ciertas zonas de Madrid. En otros, simplemente no podrán entrar en absoluto, como será el caso en Barcelona o San Sebastián en los próximos años.