“Si algún día la velocidad me mata, no llores, estaré sonriendo” (Paul Walker, Fast & Furious)

El estreno de la séptima entrega de ‘Fast & Furious’ está al caer. Va a ser un buen año para los seguidores de las películas de acción, porque a la vuelta de la esquina también tenemos la quinta parte de Misión Imposible. Pero la saga de las carreras callejeras tiene algo de emotivo en esta nueva película, y es que supone la despedida definitiva del actor Paul Walker, muerto hace año y medio en un accidente de tráfico, cuando aún no se había terminado de rodar la película. La frase que da título a este post, es suya.

La afición de Walker por los coches era bien conocida. Tanto, que tenía una impresionante colección de deportivos junto con su amigo Roger Rodas, quien conducía el coche del fatal accidente y que también perdió la vida aquel día. Todos estos coches se encontraban en un concesionario que ambos tenían en Los Ángeles, y que mejor homenaje que repasar los mejores de esa colección, justo ahora que vamos a poder asistir al último trabajo del actor que encarnaba a Brian O’Conner.

Porsche Carrera GT

Podríamos hablarte de las características técnicas del Porsche Carrera GT, una de las creaciones más espectaculares de la marca alemana. Pero preferimos hacerlo del simbolismo que tendrá este deportivo para los seguidores de Paul Walker. Y es que es precisamente en él donde viajaban el actor y Roger Rodas. Conducía el segundo, quien perdió el control a una velocidad estimada de 150 km/h, lo que supuso un fuerte golpe que acabó con el coche incendiado.