Adiós a los semáforos tradicionales: así cambiará tu forma de conducir

  • Juan Carlos Acero
  • Desde 2014 especializado en la redacción de contenidos y el marketing. Me encanta escribir sobre automoción y el mundo de la empresa. En mi carrera como redactor he escrito para multitud de medios especializados.

En las ciudades españolas el panorama está comenzando a cambiar de forma drástica al introducirse un concepto nuevo para la señalización del tráfico, el semáforo de cuatro colores.

Pese a que dicha novedad no se ha implementado a una escala importante, un estudio reciente impulsó la adopción posible a futuro, lo que ha hecho que se pongan en valor las muchas ventajas que ellos van a traer, en especial cuando se está automatizando el transporte.

Las señales de tráfico son fundamentales para la seguridad vial

No es que organicen el flujo de vehículos y peatonal, también va a tener un papel importante a la hora de prevenir accidentes al comunicar de forma clara las reglas y avisos necesarios para conducir con seguridad.

Una buena interpretación, así como el respeto de las señales, es algo fundamental para que se mantengan un entorno de gran seguridad en las vías, algo que se estandarizó a nivel europeo desde la Convención de Viena, en la que se van a establecer una serie de normas comunes para la totalidad de países miembros de la Unión Europea.

La división de las señales de tráfico

En nuestro país, cómo sucede en otros países del viejo continente, las señales de tráfico están divididas en una serie de categorías: redondas, triangulares y cuadradas.

Tengamos en cuenta que los semáforos, son de las señales más reconocibles, cuentan con una importante función al regular el tráfico.

Dichos dispositivos han venido funcionando con el sistema de tres colores: rojo, amarillo y verde, por décadas, pero esto puede estar cerca de cambiar al introducirse el color blanco.

El semáforo de cuatro colores

En un reciente estudio que se hizo por la Universidad de Carolina del Norte, se propuso introducir otro color en los semáforos, el blanco. Dicho color, se destinaría solo a los coches autónomos, que comenzarían a ganar terreno en el campo del transporte urbano.

El caso del color blanco y su propuesta, tiene como principal objetivo ayudar a integrar a los vehículos autónomos en la vía pública. El estudio dice que cuando el semáforo nos enseñe la luz blanca, ello va a indicar que los vehículos pueden avanzar, mientras que los conductores humanos tendrán que cederles el paso, quedando detenidos.

Una medida con la que se consume menos y hay mejor flujo de tráfico

Como decimos, va a ser más fácil el contar con un flujo de tráfico más adecuado y gastar así menos combustible, lo que tendrá su efecto en la contaminación del ambiente.

La lógica que se encuentra detrás de dicho enfoque va a radicar en la eficiencia. Pensemos que los vehículos, al ser autónomos, están conectados entre ellos y con la infraestructura urbana, pueden llegar a optimizar las trayectorias y los tiempos que tardar a la hora de desplazarse, desembocando en un tráfico de mayor fluidez y menos contaminante.

Madrid instaló el primer semáforo de cuatro colores

Pese a que la idea todavía no se adoptó de forma generalizada en nuestro país, el Ayuntamiento de Madrid dio el primer paso al haber instalado este tipo de dispositivo en su término municipal.

El semáforo, el primero en el país, se ha colocado en una de las avenidas más importantes, aunque todavía no entró en funcionamiento.

En el Consistorio madrileño han querido dejar claro que, de momento, implementar la luz blanca supone más una intención que algo que sea real. El caso es que instalar este semáforo es un hito importante a la hora de adaptar la infraestructura urbana a las necesidades en materia de transporte. Un gran paso para que la ciudad se prepare de cara a un futuro donde los vehículos autónomos van a ser habituales en nuestras urbes.

Una época de cambios

Al introducirse este semáforo de cuatro colores en nuestro país, podemos estar solo ante el comienzo de algunos cambios en la manera en que se entiende y gestiona el tráfico.

El aumento de la automatización y el avance tecnológico en el sector del transporte han planteado la necesidad de la revaluación y actualización de las infraestructuras que hay ahora de cara a ser garantía de una convivencia de mayor seguridad y eficiencia entre los vehículos tradicionales y los nuevos autónomos.

Aunque esta adopción de la medida está en una etapa inicial, creemos que es fundamental que los conductores y peatones empiecen a estar familiarizados con los cambios posibles que se encuentren por venir.

El paso del tiempo, ha hecho que los ajustes puedan ir redefiniendo nuestras ciudades y la manera en la que nos vamos a mover por las mismas, de tal forma que los semáforos, serán distintos a como los conocemos.