DGT

Adiós a las etiquetas de la DGT que llevas en el coche: el Gobierno prepara una nueva normativa que lo cambia todo

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Recientemente, el Congreso de los Diputados ha aprobado la Ley de Movilidad Sostenible, que introduce cambios significativos en la manera de clasificar los vehículos según sus emisiones. Esta norma engloba un amplio abanico de medidas, y una de las más destacadas es la revisión del sistema de etiquetas de la DGT, que podrían desaparecer tal y como las conocemos. Estos distintivos llegaron en 2016 con el objetivo de diferenciar a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente.

Actualmente, se clasifican en cuatro categorías principales: B, C, ECO y CERO, además de los coches sin etiqueta, denominados A, que incluyen a los modelos más antiguos y contaminantes. Esta clasificación se basa principalmente en las normas Euro y mide emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas (PM), dejando fuera el dióxido de carbono (CO2), principal responsable del efecto invernadero.

Las nuevas etiquetas de la DGT

«La clasificación de los vehículos a través del distintivo ambiental tiene como objetivo discriminar positivamente a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente y ser un instrumento eficaz al servicio de las políticas municipales, tanto restrictivas de tráfico en episodios de alta contaminación, como de promoción de nuevas tecnologías a través de beneficios fiscales o relativos a la movilidad y el medio ambiente. En algunas ciudades ya se está utilizando este distintivo ambiental a la hora de restringir el tráfico en los días de alta contaminación, prohibiendo la circulación a los vehículos que carecen de él», detalla la DGT.

Actualmente, los distintivos ambientales son los siguientes:

Sin embargo, este modelo ha mostrado ciertas deficiencias. Algunos vehículos híbridos enchufables y microhíbridos, actualmente clasificados como CERO y ECO respectivamente, pueden emitir más contaminantes de lo que refleja su etiqueta. Además, la lucha contra el cambio climático exige un sistema más completo que contemple también el impacto global del vehículo sobre el medio ambiente.

Ley de Movilidad Sostenible

La Ley de Movilidad Sostenible obliga al Gobierno a revisar las etiquetas de la DGT en un plazo de un año. Para ello, se realizará un estudio que contará con la participación de los Ministerios de Interior, Transportes, Transición Ecológica y Economía, así como con la consulta a comunidades autónomas y expertos en movilidad sostenible. Según la normativa, este análisis determinará si el actual sistema necesita cambios y, en caso afirmativo, cómo implementarlos de manera.

El cambio afectará principalmente a los vehículos que actualmente tienen etiqueta ECO o CERO. En el caso de los híbridos enchufables, que hoy en día reciben la categoría CERO por su autonomía eléctrica superior a 40 kilómetros, el mínimo exigible se podría elevar hasta 90 kilómetros de autonomía, siguiendo la línea de requisitos del Plan MOVES III. Por su parte, los microhíbridos, que ahora se benefician de la etiqueta ECO, podrían ser reclasificados según sus emisiones reales de CO2.

A pesar de la polémica que esto podría generar, la DGT y el Gobierno aseguran que las nuevas etiquetas no tendrían carácter retroactivo, lo que significa que sólo afectarían a vehículos de nueva fabricación y no a coches de segunda mano.

Tras la aprobación en el Congreso, la Ley debe pasar al Senado y volver a la cámara baja para su ratificación final. Una vez aprobada, comenzará un plazo de 12 meses para la elaboración del estudio técnico sobre el etiquetado. El estudio analizará múltiples variables: emisiones de NOx, PM y CO2, eficiencia energética y autonomía de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables, entre otros aspectos.

Este plazo marca el inicio de un proceso que podría culminar a finales de 2026 con la implementación de las nuevas etiquetas de la DGT, marcando un antes y un después en la forma de entender la movilidad en España.