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Adiós a los 120 km/h: se confirma la reducción de velocidad en estas carreteras de España para siempre

Carreteras

Se confirma la noticia: cada vez son más los tramos de autopistas y autovías españolas donde se ha reducido el límite de velocidad a 100 km/h. Esta medida responde a un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicado hace cinco años, titulado «Medidas recomendadas para mejorar la seguridad de la infraestructura vial», en el que se aconsejaba establecer un máximo de 100 km/h en vías rápidas para reducir la siniestralidad.

Mientras que otros países europeos, como Alemania, Italia, Austria o República Checa, están evaluando aumentar los límites de velocidad en ciertos tramos, España opta por la estrategia inversa. La Dirección General de Tráfico (DGT) descarta por completo la posibilidad de incrementar el límite hasta 140 km/h y apuesta por consolidar los 100 km/h como velocidad máxima en autovías y autopistas.

La DGT reduce la velocidad en estas carreteras

Una de las primeras autopistas en implementar esta medida ha sido la AP-7 en Cataluña, que ha introducido un sistema de límites de velocidad dinámicos. En un tramo de 140 kilómetros, comprendido entre El Vendrell (Tarragona) y Maçanet de la Selva (Girona), la velocidad máxima permitida puede variar en tiempo real gracias a la inteligencia artificial. Esta tecnología analiza diversos factores, como el estado meteorológico, la densidad del tráfico, la hora del día o incluso el estado del pavimento, para determinar en cada momento la velocidad más segura.

En otro tramo de la misma autopista, entre Vilafranca del Penedés y Martorell, la velocidad se limita a 100 km/h todos los domingos y festivos que coinciden con operaciones retorno, entre las 15:00 y las 22:00 horas. Asimismo, esta reducción se aplica cuando se habilita un carril adicional en ciertos tramos, adaptando así la velocidad a la realidad del tráfico.

La AG-55 en Galicia, que anteriormente permitía circular a 120 km/h, ahora limita la velocidad en varios puntos críticos. Por ejemplo, desde el Polígono de Bértos, en Carballo, y a lo largo de tramos con pendientes o con radares de tramo, la velocidad máxima permitida es de 100 km/h.

En el País Vasco, la AP-8 en Guipúzcoa ha añadido seis nuevos tramos donde el límite de 100 km/h, tanto en dirección Bilbao como hacia Behobia. La sociedad foral Bidegi, encargada de la gestión de estas autopistas, ha instalado ya señalización y radares de control para garantizar el cumplimiento de la normativa. Entre estos tramos, destaca uno de 3,4 kilómetros hacia Bilbao, que comienza antes de llegar a Mendaro y finaliza tras la localidad de Bajo Deba.

Lo que comenzó siendo una medida puntual en tramos concretos se ha extendido progresivamente a otras carreteras del país. La AP-7 en Cataluña, la AG-55 en Galicia y la AP-8 en Gipuzkoa son sólo algunos ejemplos, pero se espera que esta estrategia continúe implementándose en más tramos en los próximos años, consolidando el límite de 100 km/h como un estándar nacional.

Límites de velocidad dinámicos

Los límites de velocidad dinámicos representan la evolución de la gestión vial moderna. A diferencia de los límites tradicionales, estos pueden variar en tiempo real según las condiciones del tráfico, meteorología, accidentes u obras. Su objetivo es mejorar la seguridad y la fluidez del tráfico.

Países como Alemania y Francia ya han implementado con éxito sistemas similares, demostrando que los límites dinámicos son eficaces para reducir la siniestralidad en carreteras donde las condiciones cambian constantemente. Sin embargo, la instalación y mantenimiento de los paneles inteligentes y radares requiere una inversión elevada, aunque los beneficios a largo plazo en seguridad y eficiencia vial compensan la inversión.

«La velocidad excesiva o inadecuada ejerce una influencia muy negativa sobre tus capacidades para conducir y te expone con mucha facilidad a situaciones de alto riesgo. La probabilidad de morir o sufrir lesiones graves permanentes es mucho mayor en un accidente con velocidad excesiva que en otro con una velocidad más moderada. Esto sucede independientemente de si la causa última del accidente ha sido o no el exceso de velocidad.

Uno de los efectos negativos más destacados que tiene la velocidad es que afecta al proceso de percepción visual del conductor. Provoca el llamado efecto túnel, reduciendo la capacidad de anticipación y favoreciendo la aparición de la fatiga, la agresividad y las distracciones. A medida que aumentas la velocidad, disminuye la amplitud de tu campo visual útil. Además, la velocidad determina la severidad de las lesiones: a partir de 80 km/h, un peatón atropellado tiene pocas posibilidades de sobrevivir, mientras que a 30 km/h el riesgo de muerte se reduce al 5%», alerta la DGT.

Actualmente, el Reglamento General de Circulación establece los 120 km/h como límite máximo en autopistas y autovías. Sin embargo, en los próximos años, los 100 km/h podrían convertirse en la velocidad estándar en autovías y autopistas de todo el país. Este cambio no sólo busca proteger la vida de todos los usuarios de la vía, sino también mejorar la eficiencia del tráfico y reducir el impacto ambiental.

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