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La peligrosa enfermedad que te puede transmitir tu perro por un lametazo, según un veterinario

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Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El amor y la confianza que compartimos con nuestras mascotas a menudo nos lleva a permitir que nuestros perros nos muestren su afecto de diversas maneras, como lamiéndonos. Sin embargo, este acto aparentemente inofensivo podría presentar un riesgo para la salud. La saliva de perros y gatos contiene una bacteria conocida como Capnocytophaga canimorsus, que, aunque rara, puede provocar infecciones graves.

Las infecciones causadas por Capnocytophaga canimorsus se han registrado principalmente en Europa y Estados Unidos, donde los casos han sido objeto de estudios epidemiológicos. La Capnocytophaga canimorsus es una bacteria que forma parte de la flora bacteriana normal en la boca de perros y gatos. Aunque rara vez causa problemas de salud en estos animales, en los humanos, especialmente en aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos, puede ser extremadamente peligrosa.

La bacteria Capnocytophaga canimorsus: un peligro en la saliva de tu perro

Cuando la bacteria entra en el cuerpo humano, puede provocar una serie de síntomas que varían en intensidad. Las infecciones más leves suelen manifestarse con fiebre, dolor de cabeza, diarrea y malestar general. Sin embargo, si la infección no se trata rápidamente, puede complicarse y extenderse rápidamente a otras partes del cuerpo, lo que resulta en condiciones más graves, como septicemia, gangrena o insuficiencia renal. En los casos más graves, la bacteria puede causar infartos u otros problemas cardiovasculares, lo que hace que la rapidez en el tratamiento sea crucial.

Factores de riesgo

Aunque cualquier persona puede infectarse con esta bacteria a través del contacto con la saliva de un perro, hay algunos factores de riesgo aumentan la probabilidad de sufrir complicaciones graves, como el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y la edad avanzada. Asimismo, las personas con sistemas inmunitarios comprometidos, como aquellas que reciben tratamiento de quimioterapia, tienen enfermedades autoinmunes, o padecen VIH/SIDA, tienen mayor riesgo.

Transmisión

El contagio a través de un lametazo es poco frecuente, pero no imposible. En líneas general, la vía de transmisión más habitual ocurre a través de mordeduras de animales.

En cuanto a los lametazos, la transmisión también puede ocurrir si la saliva del perro entra en contacto con una herida abierta o alguna mucosa, como los ojos. En este caso, el riesgo es bajo, pero aumenta si la persona tiene un sistema inmunológico debilitado. Los expertos sugieren que el riesgo de transmisión a través de lametazos es mucho menor que el asociado con las mordeduras, pero no por ello hay que descartarlo por completo.

Síntomas y tratamiento

Los síntomas de la infección por Capnocytophaga canimorsus pueden ser similares a los de otras infecciones bacterianas, lo que puede hacer que sea difícil de identificar en sus primeras etapas. En los casos más leves, los afectados pueden experimentar fiebre, dolores de cabeza, diarrea o malestar general. Sin embargo, cuando la bacteria progresa, los síntomas pueden intensificarse rápidamente, con la aparición de úlceras en la piel, enrojecimiento o hinchazón en el área afectada, e incluso necrosis tisular (muerte del tejido).

Si la infección no se controla, puede avanzar hacia la septicemia, una condición grave en la que las bacterias ingresan al torrente sanguíneo y se diseminan por todo el cuerpo. En los casos más graves, los órganos como los riñones y el corazón pueden verse afectados, lo que puede llevar a un fallo multiorgánico o infarto. Si la infección se extiende a la circulación sanguínea, la supervivencia del paciente depende en gran medida de la rapidez con la que se reciba tratamiento médico adecuado.

El tratamiento de la infección por Capnocytophaga canimorsus implica el uso de antibióticos para combatir la bacteria. Los antibióticos más comunes para tratar esta infección son los penicilínicos y otros medicamentos que actúan contra las infecciones bacterianas graves. Si la infección se detecta en sus primeras etapas, el pronóstico es bastante positivo, y la mayoría de los pacientes se recuperan completamente con el tratamiento adecuado.

Medidas preventivas

A pesar de que la infección por Capnocytophaga canimorsus es rara, existen medidas que puedes tomar para minimizar el riesgo de infección:

  • No permitas que tu perro lama heridas abiertas, cortaduras o quemaduras en tu piel. Si tu mascota te lame en una zona de tu cuerpo con una herida, asegúrate de lavar bien la zona con agua y jabón.
  • Asegúrate de que tu perro reciba atención veterinaria regular, incluidas las vacunas y los tratamientos antiparasitarios.

El riesgo de contagiarte de una infección grave a través de un lametazo de tu perro es bajo, pero no se debe tomar a la ligera, especialmente si eres una persona con un sistema inmunológico debilitado. La bacteria Capnocytophaga canimorsus es una amenaza rara pero seria, y es importante conocer los riesgos y síntomas asociados con su transmisión. Tomando medidas preventivas y buscando atención médica inmediata en caso de algún contacto sospechoso, puedes reducir de forma significativa el riesgo de complicaciones graves y proteger tu salud.

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