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¿Cómo enseñar a tu perro a dejarse examinar por el veterinario?

Las visitas a la Clínica veterinaria no siempre son buenas experiencias para tu mascota. ¿Cómo enseñar a tu perro a dejarse examinar por el veterinario? Toma nota.

  • Francisco María
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Un proceso que puede ser muy estresante, tanto para el perro, como para su dueño, pero que es absolutamente necesario. Algunas mascotas aprenden rápido a dejarse examinar por el veterinario, a otras les cuesta más trabajo. En todos los casos, quienes son responsables de su salud deben descubrir maneras para que estas salidas rutinarias resulten lo menos traumáticas para todos los involucrados.

Hay algunos trucos que son de mucha ayuda. Los refuerzos positivos son muy efectivos, como premiar al perro tras la visita a la clínica. Sobre todo, si se ha portado bien, lo hará bajar tanto las defensas como los niveles de angustia cuando sea necesario volver.

Cuanto más temprano, mejor

La primera visita de un cachorro con su veterinario tiene que ser lo más rápido posible. Algunos especialistas recomiendan que a los pocos días del nacimiento de una nueva camada que tuvo lugar en una ‘casa de familia’, tanto la madre como los nuevos perritos deben ser evaluados. Todo con el ánimo de evitar contratiempos innecesarios.

Cuando se trata de ejemplares adoptados en hogares de acogida, los cuidadores indicarán el momento de la primera cita. Una fecha que se hace coincidir con las primeras vacunas que deben recibir los animales.

También es importante que antes de la primera sesión en la que se hará examinar por el veterinario, la mascota se acostumbre a sus medios de transporte. Tanto al coche (si se dispone de uno), como al transportín.

El día de la consulta

Antes de salir de casa rumbo a la clínica veterinaria, un buen truco es jugar mucho con el perro. La actividad física hará que se canse y se relaje, por lo que estará más tranquilo, sobre todo, cuando se trata de animales ‘hiperactivos’.

Ya en el centro de salud lo mejor es mantenerlo en todo momento dentro de su transportín. Aun cuando no tenga problemas de socialización o comportamiento frente a otros animales y personas. Una acción que tiene como objetivo protegerlo de las reacciones impredecibles de otros canes.

Al momento de pasar a la consulta, se puede pedir autorización al veterinario para acompañar a la mascota. Aunque en realidad, cuando esto es permitido es más para tranquilizar a los dueños. Quienes trabajan en centros veterinarios son profesionales capacitados para manejar ejemplares ‘difíciles’.

Perros que no se dejan examinar por el veterinario

Para evitar que esto ocurra, lo mejor es mantener un veterinario inamovible. Una cara conocida para el animal, casi como un amigo. Así mismo, una buena idea es aumentar el número de visitas ‘rutinarias’, para que no todas las veces tu mascota tenga una mala experiencia.